El equipo argentino que representó al país en el Mundial de Robótica logró el puesto 13 de entre 196 competidores. La hazaña fue posible, con la participación de la misionera Cynthia Beutler, tras 15 años de estar fuera de competencia.
De acuerdo al relato de los medios mexicanos, que siguieron el mundial en todas sus instancias, “el equipo del fin del mundo disputó con supremacía la competencia”.
Vale decir, por si fuera poco, que la estudiante posadeña “pateó” el tablero en cuanto a los estereotipos de género que tiene el certamen, con una fuerte superioridad de participación masculina.
En ese sentido -y sobre la participación propiamente misionera-, la diputada nacional Flavia Morales resaltó la actuación de Cynthia aunque también se refirió la presencia de la tierra roja en ese mundial ocurrida en 2017.
“El año pasado nos había parecido importante acompañar el evento (que se realiza hace 30 años) con la pretensión de buscar un lugar para los chicos de la escuela de Robótica dentro de la selección, porque hacía 15 años que Argentina no participaba”, señaló.
Indicó Morales: “Desde el momento que Argentina se sumó al certamen a través Matías Scovotti, coach del equipo y CEO de Educabot, escuela argentina de robótica, Misiones también buscó integrarse”.
Experiencia colaborativa
Lo que se destaca de esta competencia de otras similares que tienen que ver con Robótica es la temática.
“Más allá de todo, lo que importa y se pone en juego son las estrategias de seguridad, convivencia, de alianzas que son temas globales y como tales preocupan a los jóvenes”, relató la legisladora por Misiones en el Congreso de la Nación.
“El año pasado la temática fue la energía ahora fue el agua. Son problemáticas comunes a todos los países, sin importar cuál sea el continente”, prosiguió.
“Me impresionó ver cómo los jóvenes lograron sus alianzas: el ring donde ellos tienen que demostrar la habilidad sus robots, los tienen que armar en sus países de origen en menos de cuatro meses. Cynthia viajó a Buenos Aires más de diez fines de semana para no dejar dudas de porqué tenía que estar en el mundial”, contó Morales sobre el proceso previo, cuya experiencia capitalizó esfuerzo, adrenalina y trabajo colaborativo de principio a fin.
“Para ellos fue maravillosa, para la escuela en sí. Hay que pensar que la institución tiene aproximadamente un año y nueve meses de funcionamiento y que ya pueda tener una representante para el mundial. Además mujer, algo poco sencillo en este ámbito”, puntualizó.
Sobre los días de certamen, propiamente dichos, fueron jornadas intensas. Al otro día de llegar a México (sede del mundial por primera vez) todo fue desafiante.
“Se subían al micro que los pasaba a buscar a las 6 de la mañana y el día terminaba a las 22.30. Entonces, realmente era mucha la presión. Es como pensar, por dar un ejemplo que podemos entender todos, en un mundial de fútbol. Hay que estar hiper concentrados y presionados.
Con los días, el esfuerzo del equipo argentino les permitió un lugar en los playoffs a Argentina para el último día del desafío de impacto energético.
“Allí llegan los 48 mejores países. ya estar ahí es un honor. Con eso ya nos sentimos ganadores ni hablar cuando finalmente nos posicionamos en el puesto 13”, celebró.