
“Soy inocente. Me presento porque soy hombre de derecho y creo en la justicia”, dijo el funcionario, fuertemente custodiado por la policía, al presentarse con su abogado en la sede fiscal.
Es la primera vez que en Paraguay se decreta la prisión de una alta autoridad judicial.
La esposa del exjefe del Ministerio Público, Selva Morínigo, está presa en la cárcel de mujeres desde el pasado martes, acusada como cómplice, mientras la fiscalía investiga a dos hijos de la pareja.
La fiscal María Estefanía González, encargada de la investigación, fundamentó que hay indicios de que su exjefe y su esposa falsificaran documentos públicos en la creación de una empresa fantasma para ocultar montos millonarios.
La fiscal que le tomó declaración a Díaz Verón, Carmen Gubetich, dijo que la expectativa de pena, en caso de que sea declarado culpable, es de 10 años de cárcel.
La denuncia señala que el exfiscal general tuvo una enorme mejora en su nivel de vida a partir de la toma de sus funciones hace siete años, evidenciada en fiestas fastuosas, y compras de vehículos, estancias y otros bienes.
El abogado defensor, Mario Elizeche, aseguró al proclamar la inocencia de la pareja que la acusación “no es sostenible en un juicio oral”.
En coincidencia con la imputación al exfiscal general, manifestaciones públicas se registran a diario en Paraguay para repudiar la impunidad y la corrupción de funcionarios y políticos.
Hace dos semanas, el diputado del oficialista partido Colorado José María Ibáñez se vio obligado a renunciar a su banca, abrumado por protestas diarias frente a su residencia en Asunción.
Fuente: AFP/ NA