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Desde la comuna posadeña periódicamente realizan controles en los terrenos baldíos y construcciones abandonadas ante la posibilidad de la proliferación de alimañas y la presencia de criaderos de mosquitos. Sólo en microcentro capitalino se contabilizaron unas 150 edificaciones en desuso y unos 60 baldíos, de un total de once mil que se ubican en distintos puntos de la ciudad.
PRIMERA EDICIÓN se comunicó con las áreas de la Municipalidad de Posadas encargadas de inspeccionar, multar y emprender operativos en estas parcelas descuidadas por muchos vecinos.
Javier Suárez, director de Inspección y Servicios Municipal, afirmó que “hay muchos terrenos baldíos en abandono. En Posadas tenemos un total de 11 mil terrenos baldíos que periódicamente controlamos, más allá de las denuncias que tengamos”.
Sucede que en el municipio “se decretaron tres alertas sanitarias, las cuales nos otorgaron la posibilidad de sancionar directamente a los propietarios. En la primera alerta, que fueron unos dos meses, labramos 2.200 actas; en la segunda, que fueron por un total de seis meses, se hicieron 1.400 actas y ahora en el último vigente en el 2018 llevamos 420 actas de infracción en ocho meses”.
Los decretos de emergencia comenzaron en enero del 2016, “en ese momento era difícil por el tema del dengue”, recordó. Sin embargo, en estos dos años de aplicar las multas a los vecinos “los casos se fueron achicando, con esto hay que remarcar que el propietario del terreno baldío entendió e incorporó el ejercicio de pasar por el lugar, mandar a limpiarlo o hacerlo ellos mismo. Se pusieron en contacto con su terreno, porque antes la mayoría no le daba importancia”, aseguró.
En materia de las multas, Suárez indicó que “antes del decreto de emergencia, si estaba sucio el terreno se hacía una intimación al propietario, con los datos catastrales de la Municipalidad se daba con los dueños para decirle que limpie. Ahora directamente se procede al labrado del acta, así agilizamos un montón el tiempo, porque en la forma anterior se tardaba unos 15 a 20 días. La multa se mide en unidades fijas (UF), cada una es un litro de nafta súper y la infracción arranca en 20 y va hasta las 60 unidades”.
Los baldíos están presentes hasta en los puntos más transitados de la ciudad, como sucede dentro de las cuatro principales avenidas del centro posadeño. “En el microcentro sucede que muchas de estas propiedades están cerradas, tienen algún tipo de cercamiento y eso hace que la gente le quite importancia, ya que se vuelve tan común que si uno pasa por ahí no le presta atención. Tiene que llegar situaciones extremas, como la presencia de dengue, para que se den cuenta de su existencia y se preocupen por los terrenos baldíos o los cacharros en los patios”, remarcó.
Por su parte, Fabian Zelaya, director de Vigilancia Epidemiológica y Control de Vectores Municipal, contó a PRIMERA EDICIÓN que “son estos lugares, los terrenos baldíos, las casas y edificios abandonados, los más propensos para la proliferación de los roedores, que se multiplican y crecen rápidamente”. En agosto la comuna comenzó un operativo para la eliminación de ratas en los baldíos del microcentro.
“Hicimos un relevamiento donde detectamos 60 baldíos y 150 edificios abandonados. Son casas y terrenos con edificios que los van haciendo por etapas, construyen, los dejan por un tiempo y retoman la construcción. Lo que se hizo fue trabajar con el vecino que vive en los casas linderas a estos terrenos. Primero con una encuesta, para constatar si en algún momento vieron roedores en sus casas, patios o próximos a ellos. Como nos habían dicho que si se habían visto lo que se ideó un programa para la colocación de un cebo para eliminar a las ratas de estos espacios”, aclaró.