
Tras la fuerte polémica desatada hace unos tres meses, por las amenazas de desalojo de los hoteles donde hospedaban a los familiares de los pacientes que siguen tratamiento en hospitales públicos de Buenos Aires, otro conflicto pone en jaque a las familias más humildes. En agosto se cortó la provisión del almuerzo y por esa razón algunos se vieron obligados a volver antes de tiempo a sus hogares, según el relato de algunos damnificados a PRIMERA EDICIÓN.
Al ser consultado, enl ministro de Salud, Walter Villalba, recordó que el “traspaso” de responsabilidades ocurrió de forma abrupta con lo cual, el presupuesto por comida no estaba contemplado.
“Esta es una situación coyuntural porque antes se les daba ésto y actualmente el Ministerio de Salud de la Nación, que se tuvo que hacer cargo que antes estaba en manos de Desarrollo Social. Todo esto nos obliga a tener paciencia porque habrá que pasar estos meses de reacomodamiento”.
Indicó Villalba: “Quienes están a cargo no tienen presupuesto, por eso las provincias nos estamos haciendo cargo. Quizá hacerse cargo de la parte hotelera es un poco más fácil; sin embargo por la comida la cuestión se complejiza porque no lo teníamos previsto desde el punto de vista presupuestario”.
De todas formas, según relató el ministro Villalba, “gracias a la solidaridad de la Casa de Misiones, estamos suplantando estas cuestiones con el aporte económico que permite a las familias, pasar el momento hasta que podamos darle una solución definitiva”.
“No es una situación que nos guste, porque ni siquiera fue planificado por lo tanto, todo aquello que no es planificado nos pone en riesgo, a las familias y a los pacientes que están derivados. De todas formas creo que estamos saliendo bastante airosos de la situación aunque todavía tenemos muchas cosas por hacer”, aseguró.