Cuando se trata de emprender, todas las ideas son buenas y surgen de conversaciones y pasiones. Ángela Silva y Jenifer Jack son amigas, pero también son socias de lo que denominaron Festichola.
Un empredimiento para alquilar muebles que no son comprados sino creados y reciclados. “Hasta de las casas de nuestros padres rescatamos muebles, los pintamos y ofrecemos. Nada se salva”, confiesa entre risas Ángela Silva a PRIMERA EDICIÓN.
Mientras comparten las tardes de charlas aprovechan ambas para crecer y tener un ingreso extra, ya que ambas tienen otra actividad.
“Nos gustan mucho las manualidades de decoración -confirma Ángela-, así que pintamos, yo hice algunos talleres, pero de tapicería no sabíamos nada y nos largamos a hacer mirando videos. Al principio nos costó mucho y nos dimos cuenta de que teníamos que comprar una compresora. Esa máquina nos ayudó a hacer no solo las banquetas y tapizar sillas y sillones, también nos ayuda a pintar porque siempre hay que darle un toque a los muebles”.
Permanentemente están creando como cuando consiguieron dos tachos de metal a los que les van cambiando de color, arriba va una madera y la convierten en un bar que puede ir en un patio.
Uno de sus grandes logros fue adquirir una food truck y lo hicieron comprando en cuotas y pagando con las ganancias. Reinvertir es uno de los secretos que utilizan para crecer con su emprendimiento y es que Ángela es técnica en Administración. Ella por ejemplo logró pagar parte de su carrera con estas ganancias extra.
Ambas amigas son mamás, pero eso no les impide desarrollar sus potenciales y cuentan con la ayuda incondicional de esposos y padres con quienes se turnan en horarios y quehaceres.
Cuando de emprender se trata, las amigas siempre buscan alguna novedad para ofrecer. Una de las formas que tienen de recuperar sus inversiones es realizando tapizados y creando puf para llevar a ferias.
Pueden buscarlas en la red social de Facebook o enviar un mensaje al WhatsApp: 3764-690011