
Desde mañana a las 7.30, uno de los casos de mayor repercusión en los últimos años en Misiones se ventilará en juicio oral y público. Al banquillo irá Gonzalo Germán Slámovits (35), acusado de atropellar y matar a dos jóvenes sobre la exruta provincial 213 cuando manejaba un automóvil al doble de la velocidad máxima permitida y con 1,13 de alcohol en sangre.
El exempleado de la Dirección Nacional de Migraciones, quien quedó cesanteado de sus funciones en el puente internacional tras el incidente vial, llega acusado por el delito de “doble homicidio culposo agravado por conducción imprudente”, por el que podría recibir penas que van de entre seis meses a cinco años de cárcel.
Las audiencias se llevarán a cabo en el Palacio de Justicia provincial, sobre avenida Santa Catalina al 1.700 de Posadas, ante la magistrada Marcela Alejandra Leiva, titular del Juzgado Correccional y de Menores 1 de la Primera Circunscripción Judicial, quien conformará el tribunal unipersonal a cargo del procedimiento.
Se prevé la declaración de diez testigos durante la etapa de producción de pruebas, en la que Slámovits tendrá también la posibilidad de romper el silencio y brindar su versión de los hechos. Luego serán los alegatos. A cargo de la acusación estará la fiscal subrogante Yolanda Mazal, mientras que como representante del acusado intervendrá la defensora oficial, Liliam Belloni.
Si bien el debate ya tiene fecha y hora, la posibilidad de evitar sentarse en el banquillo, confesar el hecho y aceptar un juicio abreviado es aún una realidad para Slámovits, al menos hasta que la jueza Leiva ordene la apertura de las audiencias. Aquello dependerá del acuerdo al que pudieran llegar la fiscalía y la defensa. En ese sentido, las próximas horas son clave.
Justamente, tal como PRIMERA EDICIÓN informó el año pasado, ya durante la instrucción el imputado había intentado evitar la instancia de debate oral y público mediante la presentación de una “probation”, es decir, la suspensión del juicio a cambio de determinadas pautas de conducta, como por ejemplo, la realización de trabajos comunitarios.
Sin embargo, aquella solicitud fue enérgicamente rechazada por la fiscal Adriana Herbociani, al frente de la Fiscalía de Instrucción 3 de Posadas, quien tampoco hizo lugar a un pedido de Slámovits de mayo de 2016, cuando solicitó una “pena natural”, al argumentar que los perjuicios sufridos por el hecho -tanto físicos como psicológicos- significarían una dispensa o aminoramiento de la pena a imponérsele.
“Estamos ante hechos de relevancia que afectaron bienes jurídicos importantes, tales como la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad pública de las víctimas del hecho, consecuencias que tornan necesario el juicio oral y público. La realización del mismo no es negociable”, opinó Herbociani en aquel momento, tras lo cual pidió la elevación a juicio de la causa, trámite finalmente llevado a cabo por el juez Fernando Verón.
Drama y conmoción
El drama se desató alrededor de las 6 del sábado 7 de febrero de 2015 sobre la avenida Alicia Moreau De Justo -ex ruta provincial 213- casi calle Paraguay, frente al Club Centro de Cazadores, en la zona sur de la capital provincial.
En ese lugar Gladys Mabel González (27) y Yanina Claribel Galarza (20) estaban a punto de abordar un taxi para regresar al barrio San Isidro, donde vivían, cuando las sorprendió la muerte. El VW Golf rojo que conducía Slámovits primeramente mordió el cordón y luego se subió a la vereda. Arrancó de cuajo la puerta trasera derecha del Fiat Uno de alquiler e impactó de lleno en las víctimas, que habían parado al rodado de alquiler para preguntarle por el precio del viaje.
Los cuerpos de las jóvenes -ambas madres- fueron arrastrados por el vehículo prácticamente por 40 metros. El automóvil quedó con la trompa hacia el norte a 52 metros del primer impacto, según las pericias. Gladys y Yanina no tuvieron opción y ni siquiera pudieron dar un atisbo de reacción. Murieron en el acto.
Pocos minutos después se supo que el automovilista era Gonzalo Slámovits, un funcionario de Migraciones que trabajaba en el puente internacional. Las pericias que obran en el expediente confirmaron días después que conducía con 1,13 de alcohol en sangre y que, cuando despistó, circulaba a más de 120 kilómetros por hora en plena avenida, donde la máxima es de 60.
El caso causó conmoción, llegó incluso a los medios nacionales y generó un profundo debate en la sociedad local. Slámovits finalmente fue excarcelado en septiembre de 2015, aunque pasó la mayor parte del tiempo de detención en una clínica privada del centro posadeño, donde acusó lesiones en la columna vertebral. Desde mañana, la Justicia finalmente definirá sobre su futuro.