El próximo 10 de septiembre, esta histórica localidad, fundada en 1883, cumplirá un año más de existencia. El acto central será ese mismo día, pero ya comenzarán los festejos, que se extenderán durante todo el fin de semana.
La ceremonia oficial por el 135º aniversario de Santa Ana será el lunes desde las 9 en la plaza Centenario, sobre la avenida San Martín, donde, además de los discursos de rigor, se desarrollará un desfile cívico.
Por la tarde, desde las 14, se realizará un Campeonato de Chipa Cuerito, desfile de mascotas, festejos por el Día del Niño, campeonatos de fútbol y vóleibol, presentación de talleres municipales, la actuación de músicos locales, la elección de la Reina Aniversario, el sorteo de una moto y la presentación de Jorge Ratoski y su conjunto.
Mañana desde las 9 continuará el Foro, con la visita al Taller de Artes Brasanelli, una hora más tarde se realizará el Taller de Problemáticas Juveniles en el Salón Municipal. Mientras que desde las 14.30 habrá palabras a cargo de un sacerdote, un pastor y un cacique.
A las 17 habrá una Misa Criolla en la misión jesuítica de Santa Ana y, a modo de cierre, habrá una Peña de la Juventud con las actuaciones de La Nueva Luna y Moni Encina.
Mañana también se llevará a cabo en la histórica ciudad jesuítica la II Jornada Internacional “Po Apoha Arandú”. Dicho encuentro se pondrá en marcha a las 10 en el Teatro del Parque Temático de La Cruz. A las 14 se realizará un recorrido turístico por la localidad y la misión jesuítica local. En ese mismo lugar, desde las 10 habrá una feria Peyurí, de productos regionales, y a las 17 se compartirá la mencionada Misa Criolla.
El domingo continuarán los talleres desde las 10 en el SUM del Parque de la Cruz, los cuáles se extenderán hasta las 17.
Histórica ciudad jesuítica
El origen de la ciudad de Santa Ana se remonta a los pueblos guaraníes, luego “reducidos” por la Orden de los Jesuitas a comunidades planificadas en forma territorial, donde la intención trascendió lo religioso para abordar lo económico, lo político y lo social.
Los primeros datos concretos arrancan, luego del éxodo del Tapé (actual Estado de Río Grande do Sul-Brasil) y de dos intentos desfavorables de asentamiento, la Misión de Santa Ana ocupa en 1.660 el actual territorio donde hoy se encuentran emplazados los vestigios, al pie del Cerro Peyurí (hoy Cerro Santa Ana) con una próspera misión hasta la expulsión de los Jesuitas (1768) y posteriores avances bélicos.
Luego de las Guerras Fronterizas con Paraguay (1811-1870), Santa Ana vuelve a renacer -un 10 de septiembre- en 1.883 como Colonia Santa Ana (la segunda del Territorio Nacional), convirtiéndose en una localidad pujante gracias a su ubicación estratégica y a las condiciones de navegabilidad que proporcionaba el Río Paraná.
El Puerto de Santa Ana fue en aquellos tiempos uno de los más importantes de Misiones junto a la industria yerbatera y al Ingenio Azucarero San Juan del entonces Gobernador del Territorio Nacional de Misiones Reduciendo Roca (hermano del Presidente Julio Roca), quien, entre otros avances, tendió una línea férrea de trocha angosta conectando el ingenio con el Río Paraná.
Esta localidad es una de las más antiguas de la Misiones. Vivió el esplendor y ocaso de la época jesuita. Luego renació a fines del XIX y se convirtió en punto de partida de la historia yerbatera moderna. Además de ser un lugar reconocido por la popular chipa, la rapadura, la Reducción Jesuítica de Guaraníes y el Parque Temático de la Cruz.