La Fundación Carlos Díaz Vélez desarrolla un programa de capacitación para la mejora de la Educación Agropecuaria y del Desarrollo Rural, en distintas localidades de la provincia, con el objetivo de preservar y recuperar las abejas nativas de la Argentina.
En Misiones existen por lo menos tres especies que están en peligro de extinción ellas son la Yateí (Tretragonisca- fiebrigi), Mirí (Plebellas- SP) y Tobuna (Scartotisgonas depilis) (esta última conocida como Caraboza).
El encargado de dictar las capacitaciones es el técnico en Gestión y Producción Apícola-Meliponicultor, Fernando Muller, quien cada semana recorre parte de la provincia para brindar talleres a los alumnos y padres de las Escuelas de la Familia Agrícola de Misiones, escuelas agrotécnicas y comunidades aborígenes.
La intención de este programa es preservar y recuperar colmenas para mantener los beneficios de la polinización de estos insectos en el medio ambiente. Experiencia similar se lleva adelante con especies nativas en la provincia de Chaco.
En Misiones este proyecto se financia con aportes de la Fundación Carlos Díaz Vélez, con la promoción del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental (PROCAYPA) de la ciudad de Capioví, y con participación de las Escuelas de la Familia Agrícolas.
Mientras que la primera etapa de este programa estuvo financiada por el Programa de Pequeñas Donaciones PPD.
Plan regional
El programa propone la implementación de un “Plan regional para el desarrollo de la apicultura meliponicultura”.
“En el mundo están desapareciendo las abejas nativas y con ellas se está perdiendo el poder de polinización en las plantas nativas de la zona. Por eso buscamos que desde las EFA, las comunidades aborígenes y todos aquellos colonos que puedan se preserven estas especies”, expresó Muller.
También señaló que “el objetivo principal no radica en la comercialización de la miel que producen estas abejas nativas”, que se encuentran en peligro de extinción, sino que más bien apuntan al “cuidado del medio ambiente”.
“No queremos que se tumben los árboles debido a la importancia que tienen las plantas para las abejas y la polinización de las flores de muchas especies nativas”, explicó el técnico.
Sentenció que en nuestro país hay más de diez especies de abejas nativas. “En cada taller vemos el caso de las Yateí que son las más conocidas. En San Vicente la EFA tiene un nido de Tobuna y trabajamos con esas también. En otras oportunidades encontramos gente que nos pregunta sobre las Mirí que por ahí también alguien tiene. Nuestra idea es difundir la necesidad de recuperar nidos”, señaló Muller.
Y reveló que para “preservar las colmenas en estado natural”, en caso de que no poder dejarlas en el lugar se enseña una técnica para atrapar los enjambres en una caja adecuada.
“En esta época del año los enjambres suelen abandonar las colmenas y esta es la oportunidad de rescatarlos en una caja de madera”, precisó Muller.
“Para atrapar un enjambre se debe forrar una botella de plástico con papel de diario para que quede bien oscuro adentro. Luego se debe poner un poquito de alcohol con restos de una colmena vieja y agujereamos la parte del costado de la tapa. Se planta este dispositivo cerca de la colmena con el pico de la botella para abajo dejando libre el agujero. Entonces, cuando salen las abejas toman ese lugar para su nido y luego lo trasladamos a una caja de madera”, detalló Muller.
Abordaje
El curso de capacitación aborda temas de aprendizaje para el manejo de estas especies de meliponas, entre ellos: Distintas especies; morfologías; Materiales de construcción; Arquitectura del nido; Ciclo de vida de las abejas; trampas caza enjambres y trasiego. Y una experiencia de instalación de trampas en lugares estratégicos.
Cabe destacar que el taller tiene una duración de ocho horas y se dicta durante una sola jornada.
Las meliponas son abejas autóctonas de Misiones, no tienen aguijón por lo que no son agresivas.
Son productoras de miel, pero en muy poca cantidad teniendo en cuenta su tamaño. Por lo general forman su nido en algún agujero de árbol de pie o madera muerta.
No hay datos sobre la producción comercial. Su miel no está dentro del Código Alimentario Nacional, por lo que su consumo no está difundido.
Se utiliza mucho para la medicina natural, por eso son muy buscadas en los montes por los aborígenes. Una vez que destruyen el nido para extraer la miel la colmena se pierde.