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El pasado 2 de septiembre nació Milagros Belén Schünke. Pesó 1,750 kilogramos y su nacimiento fue una sorpresa para toda la familia. Una sorpresa literalmente porque su mamá, cabo de la Policía María Valdez, ni siquiera sabía que estaba embarazada.
Todo comenzó aquel domingo 2 de septiembre alrededor de las 5,45 de la mañana. María se despertó con dolores y decidió ir al hospital local porque no aguantaba. En ese momento, según el relato que después realizó su marido Marcelo Gastón Schünke en la dependencia policial en la que trabaja, la mujer creyó que los dolores eran problemas en los riñones. La médica que la atendió hizo los análisis clínicos correspondientes y le informó que los dolores nada tenían que ver con los riñones sino que estaba embarazada y se encontraba en pleno trabajo de parto por lo que quedó internada. Lo insólito de la situación es que, hasta ese momento, ni su marido ni ella estaban en conocimiento del estado de gestación de la mujer.
La beba nació por parto normal y pesó 1,750 y, a pesar de la sorpresa inicial, tanto mamá como ella se encontraban en buen estado de salud. En la actualidad, María está de licencia por maternidad y en diez días Milagros ya pesa 2,700. Ambas se encuentra bien, en su casa.
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Ayuda de los compañeros
Como todo sucedió de manera sorpresiva e inesperada, los padres no tuvieron tiempo de comprar los elementos necesarios para albergar a un nuevo bebé en su casa. Entonces, y también teniendo en cuenta la situación económica por la que atraviesa el país, sus compañeros de la Unidad Regional VIII de esta ciudad, encabezada por el comisario mayor Mario Pintos, decidieron poner manos a la obra y reunir fondos para ayudar a los flamantes padres.
Fue así que, el último fin de semana, hicieron venta de empanadas y una colecta entre todo el personal policial para reunir dinero y comprar todos los materiales necesarios ante la llegada de un nuevo bebé. Entre otros, compraron pañales, leche, prendas de vestir que le fueron entregados el último martes a María y Milagros en su casa donde descansan. La mujer se mostró emocionada y agradecida ante la demostración de afecto y solidaridad de sus compañeros. Milagros, dormida en su changuito, también agradeció.