La palabra Agapornis proviene de dos términos griegos. “Ágape” significa amor o afecto; “ornis”, pájaro. Su nombre parece ser una buena síntesis para definir a esta especie de loros pequeños, que pasan mucho tiempo en pareja y es común verlos acicalarse mutuamente o estar acurrucados el uno junto al otro, con cola corta y un precioso colorido en sus plumas.
Tiene un tamaño medio de entre 12.5 y 15 centímetros y una esperanza de vida de entre 10 y 15 años. Sus patas son muy versátiles y las emplean para tomar los alimentos. Por supuesto, como todo loro que se precie, el Agapornis puede imitar distintos sonidos.
Es fundamental que cuente con una jaula lo más espaciosa posible y lo ideal es que los barrotes sean horizontales. Por supuesto, deben estar en un espacio ventilado, que imite el clima tropical, que puede conseguirse con una lámpara extra.
Deben recibir una dieta equilibrada, mezclas de semillas, trozos de peras, manzanas, zanahorias, calabaza, sandías; obviamente no puede faltar el agua fresca y limpia. Además, es aconsejable que cuenten con recipientes preparados donde puedan darse un chapuzón de vez en cuando.