
Se trata de innovadoras líneas de préstamos que alcanzan a productos culturales, comercios barriales, ganaderos, forestales, además de una propuesta para mejorar la calidad corporativa. También están en desarrollo créditos para empresas de triple impacto y para el incentivo de primeras exportaciones.
Así lo confirmó el presidente de la entidad, Horacio Simes, quien, durante su presentación del gasto para 2019 ante la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, detalló los alcances de las nuevas propuestas.
“Tenemos nuevos programas, algunos serán lanzados dentro de pocos días y hay otros que en el marco de este año de trabajo ya los pusimos en práctica”, reveló Simes a PRIMERA EDICIÓN.
Cabe destacar que el Fondo de Crédito de Misiones tiene como misión “atender las demandas de financiamiento y acompañamiento técnico del sector productivo de Misiones, a partir de un enfoque que priorice el impacto social”.
“Trabajamos en pos del desarrollo económico y social de la provincia, a partir de la inclusión financiera y el fomento productivo. Por eso, apuntamos a la asistencia crediticia y al acompañamiento técnico constante”, describió.
Programas aprobados
Entre estos nuevos programas que propone el Fondo de Crédito de Misiones, se encuentran dos que ya fueron aprobados y actualmente están en marcha.
El denominado “Economía Naranja” tiene como objetivo atender una demanda de alto crecimiento en el país y en el mundo como son las industrias culturales, creativas e innovadoras que tienen la capacidad de ser escalables y exportables.
“Tenemos tres líneas: la audiovisual, que atiende cine básicamente; la línea teatro, música y literatura; y la línea de artes plásticas”, apuntó Simes.
Contó, además, que a la fecha tienen cuatro proyectos en evaluación, dos de ellos ya aprobados. “El crédito tiene una tasa del 0,5% mensual, con un solo pago de amortización, con un plazo de 15 meses y garantía real y prendaria”, remarcó.
El segundo programa aprobado es el de “Empresa Modelo”, destinado a mejorar la capacidad de gestión empresarial, el orden administrativo y la organización en general.
“En este programa atendemos tres ejes básicos: uno es la generación de identidad corporativa, que se trabaja en conjunto con la visión, misión y valores de la empresa, o lo que hoy se conoce con el nombre de branding; el segundo eje tiene como objetivo la sistematización y digitalización de la gestión, a través del diseño de programas a medida con software libre que permitan a las PyME contar con un sistema eficiente e informatizado; y la tercera línea tiene como objetivo la inserción comercial a través del desarrollo del e-commerce (comercio electrónico) y nuevas plataformas de pago”, explicó Simes.
El monto máximo en todas estas líneas es de 500 mil pesos, la tasa es del 10% de interés, los plazos son de 60 meses y las garantías personal y real. Asimismo, el período de gracia de los programas es de seis meses.
“Vale la pena destacar que el Fondo de Crédito, más allá de todas las facilidades que otorga, mantiene la característica de un sistema de garantía. No dejamos nunca un crédito a sola firma. El acto de confianza del garante para nosotros es importante y es una forma de transparentar el oficio y el esfuerzo del emprendedor”, adujo Simes.
Más programas
El presidente del Fondo de Crédito comentó a su vez que están a punto de salir otros programas que serán dados a conocer dentro de los próximos 60 días.
El primero de ellos es el de “Microcrédito Solidario”, para llegar a las poblaciones barriales que no disponen de garantías suficientes.
“Vamos a llegar con un sistema de garantía solidaria, que proviene de experiencias primarias en otras partes del mundo, con montos máximos de 20 mil pesos. En este momento estamos dialogando con cuatro organizaciones que cumplen con los requisitos básicos”, anticipó Simes.
El sistema de microcréditos funciona en base a la conformación de grupos solidarios, al estilo del Grameen Bank creado por el premio Nobel de la Paz Mohamed Yunus.
Para estos créditos, las tasas van del 1% al 6% anual, los plazos son de 12 a 24 meses, con una amortización mensual o quincenal. “Se va a iniciar una primera experiencia en Posadas y luego evaluaremos la posibilidad de extenderla a los demás municipios”, sentenció.
El último de los programas próximo a ser ejecutado es el pensado para fortalecer la cadena de valor de las industrias primarias misioneras, con dos líneas: forestal y ganado pequeño.
“Estuvimos trabajando con el Ministerio del Agro y la Producción, en conjunto con un equipo de la Dirección de Desarrollo Forestal, y definimos cuatro puntos a trabajar en el sector forestal”, señaló.
“El primero es la readecuación y reacomodamiento de las fábricas, generalmente para aserraderos que tengan como objetivo mejorar la tecnología, con montos de hasta $300.000; el segundo punto es el de valorización, que tiene por objetivo atender la demanda de energía a través de la generación por biomasa que permita a estas industrias contar con los chips para la generación de estos productos y también calderas, para esto pensamos montos más elevados de hasta $500.000; el tercer punto es el de la innovación a través del diseño; y el cuarto es el abastecimiento, con el cual buscamos acompañar al empresario en esa primera etapa del proceso productivo para que pueda contar con la materia prima necesaria”.
De acuerdo a las líneas, el monto máximo es de hasta $1.500.000 con tasas del 12 al 14%.
Mientras que para el sector de pequeños ganaderos (ya sea bovino, caprino u ovino) se tiene diferenciado tres tipos de beneficiarios: aquellos que cuentan con hasta 30 cabezas, de 30 a 100 y más de 100. “El objetivo es acompañar la mejora genética y la adecuación de la infraestructura con montos que van hasta los $500 mil y una tasa del 12% anual”, explicó Simes.
En desarrollo
Otras líneas de créditos que todavía están en análisis tienen relación con el sector exportador. Así, el programa “Misiones Exporta” tiene como objetivo “promover la exportación de productos y servicios provinciales”.
“Nos planteamos como objetivo incentivar a algunas PyME de la provincia para que puedan llegar, a través de nosotros, a su primera exportación”, enfatizó Simes.
El último programa, todavía en análisis, es el pensado para empresas de triple impacto o empresas B, es decir, aquellas vinculadas a la generación de valor no sólo económico, sino también social, y que, a su vez, son tecnológicamente sustentables o amigables con el medio ambiente.
“Encontramos muchas empresas novedosas en el país que carecen de legislación, como es el caso de las empresas con fines sociales. Queremos avanzar en un programa que contemple este tipo de organizaciones”, anticipó.