En forma sorpresiva y sin argumento firme, los maleteros iniciaron ayer una protesta bloqueando el acceso a la terminal y obligando a las empresas de transporte a hacer descender a los pasajeros en las calles cercanas.
Unas quince personas llevaron adelante la protesta, justo en momentos en que se espera una definición al enfrentamiento que tienen los empresarios de transporte y la empresa concesionaria de la Terminal por el porcentaje del toque de anden. Se esperaba que esta semana haya una definición.
Los transportistas quieren pagar sólo el 13% de un pasaje, mientras que la Terminal exige, por lo menos el 17,25%.
Ramón Piris, vocero de los trabajadores del sector, aseguró que “hay una orden de los empresarios que no podemos tocar ninguna maleta y esta es nuestra fuente de trabajo”. Esa es la razón de la protesta. Quieren que las autoridades se hagan cargo y los protejan.
El trabajador agregó, como argumento de la protesta, que no participaron de la negociación entre el Municipio, el Concesionario y las empresas de transporte por el toque de anden.
Sin embargo, el administrador de la terminal considera que es un elemento de presión relacionado a las empresas de transporte, que quiere pagar menos de lo que vienen pagando por el toque de anden.
Luis Fiege, administrador de la Terminal, indicó que el viernes pasado, la municipalidad informó a sobre la reinstalación del cobro del 3,5% a partir del sábado, con lo que el valor del toque de andén vuelve al 25% que había detonado las protestas de las empresas. “A consecuencia de ese incremento del 3,5%, han vuelto a bloquear el ingreso a la Terminal”, comentó el funcionario.
Consideró que el Municipio debería sancionar a las empresas: “Todas las demás intervenciones son del poder concedente, el municipios de Posadas, por el incumplimiento de las normativas vigentes”.
Según Fiege, lo que correspondería es que intervenga la CNRT (Comisión Nacional Reguladora del Transporte), la Policía de Tránsito y el Municipio.
En cuanto al reclamo de los maleteros, que son unos 15 nucleados en una cooperativa, Fiege sostuvo que no están en contacto, pues “reciben instrucciones y en manos de ellos no está la solución del conflicto. Lo hacen, obviamente, incentivados por terceras personas”, aseveró.