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Una joven de 22 años y su pareja, de 21, fueron detenidos a última hora del miércoles en San Vicente, bajo sospechas de someter a torturas al hijo biológico de la mujer, de dos años, quien sufrió hematomas múltiples e incluso tenía una fractura de “vieja data” que nunca había sido tratada por los médicos.
El pequeño fue rescatado de la vivienda familiar y trasladado al hospital local, donde recibió atención médica y se encuentra fuera de peligro. La madre y el padrastro, en tanto, permanecen tras las rejas y en las próximas horas deberán declarar ante la Justicia en una causa caratulada provisoriamente como “lesiones agravadas por el vínculo”.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la historia se conoció alrededor de las 15 del último miércoles, cuando vecinos de un inquilinato emplazado sobre Moreno y Balbín, en el barrio Centro de San Vicente, llamaron a la guardia de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional VIII.
Los testigos brindaron por teléfono un relato escalofriante. Aseguraron que un niño de dos años estaba arrodillado bajo la lluvia en el patio interno del lugar, con las manos por detrás de la espalda, atadas con cables.
Ante la gravedad de la situación, las uniformadas partieron rápidamente a la escena. Al llegar, el niño ya se encontraba en el interior de la vivienda, razón por la que accedieron tras entrevistarse con los dos mayores a cargo y descubrieron, a simple vista, lesiones en el cuerpo del pequeño.
El menor fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos diagnosticaron “hematomas múltiples de distinto tiempo de curación en región molar derecha, miembros superiores, tórax y región dorsal”, lesiones coincidentes con la denuncia telefónica de los vecinos.
Sin embargo, como si lo anterior no fuera suficiente, los profesionales de la salud descubrieron signos de una fractura en la clavícula derecha del pequeño. Informaron, además, que la misma nunca fue tratada y que “sanó sola”, según las imágenes radiográficas.
Ante tal situación, el magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente y al frente de la investigación, ordenó la inmediata detención de los dos mayores a cargo del niño, su madre, de 22 años y ama de casa; y el padrastro, de 21, changarín.
El pequeño permanecía anoche bajo observación médica, aunque los galenos confirmaron que se encuentra fuera de peligro. El objetivo era realizarle estudios de mayor profundidad y detalle a los fines de encontrar cualquier otro rastro de violencia anterior al registrado el último miércoles.
Posteriormente la Justicia determinó que sea entregado bajo custodia al hogar de niños de San Vicente, hasta tanto el fuero de familia defina a cargo de quién quedará la guarda definitiva.
Mientras tanto, anoche las policías de la Comisaría de la Mujer de la UR-VIII continuaban con la investigación mediante la recolección de testimonios y otros elementos que permitan clarificar la situación.
En ese sentido, se supo que los vecinos aseguraron haber escuchado gritos y el llanto de la víctima, aunque reconocieron nunca haber presenciado una situación tan extrema como la del miércoles.