Pamela es contadora, así que su trabajo consiste básicamente en cálculos matemáticos. Ella calcula impuestos, sueldos, hace presentaciones, papeleo y mucho más.
Trabaja todo el día junto a Néstor Moroz su compañero de vida quien también es contador. Tienen dos hijos: Emi y Tomi, así que además de su profesión es esposa y madre y en ambas cuestiones es lo mejor que puede ser.
Pero Pamela es muchos más todavía, es una excelente cocinera, tiene sus propias recetas familiares que heredó de su abuela.
También sabe mucho de medicina porque tal vez esa hubiera sido la carrera elegida, pero por cosas de la vida tomó otro camino.
Sabe diagnosticar y recomendar médicos para cada caso y nosotras en el taller aprovechamos bastante eso. Pame también es una excelente organizadora, está en todos los detalles, las cosas que organiza salen a la perfección.
De eso también nos aprovechamos, a tal punto que si no está no sabemos tomar decisiones (o no queremos porque estamos mal acostumbradas y mejor dejar en sus manos).
Pamela es multifuncional, dedicada, perfeccionista, incansable, perseverante, inteligente y buena amiga.
La verdad es que tengo mucha suerte de tenerla en el taller, como alumna y como amiga. Es el pilar, sin ella es el caos total y no exagero.
Cuando pinta, lo hace con paciencia infinita. No se apura, el tiempo se detiene, es su momento, para ella sola. Y su pintura refleja su esencia, minuciosa detallista, brillante.
En una de sus últimas producciones descubrió que la combinación de espátula y paisaje le gusta mucho. Trabajar con la espátula le permite soltarse, en esa parte pierde el control por un momento simplemente dejándose ser.
Permitiendo dejar la impronta del rastro impreciso que deja la espátula. Pero cuando tiene que trabajar el paisaje con el pincel vuelve a tomar el control, dirigiendo ella, milímetro a milímetro.
Como ven Pamela es una mujer maravillosa, con la capacidad de hacer todo a vez. Quise hablar de ella para que sientas cuando lees estas líneas que vos sos muy parecida a ella, que tu vida de alguna u otra manera se le parece, que eres especial como ella, que haces muchas cosas, no descansas lo suficiente, estás para todos y muchas veces te sientes desalentada.
Pero siempre hay alguien cerca que te lo reconoce y si no fuese así entonces sábelo vos que: sos especial.
Colabora
Claudia Olefnik.
Artista plástica.
Responsable del Taller Monarcas.
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