Fue ayer, minutos antes de las 17.30, cuando, a través de un llamado al 911, la Policía fue advertida de la presencia de una mujer descontrolada que empuñaba un cuchillo.
Al parecer la joven tuvo una discusión con su hermano y, exaltada, comenzó a intimidar a vecinos con el arma blanca.
Pero lo más preocupante para la familia fue que, tras el altercado, la involucrada llamó a sus hijos de 8 y 9 años, con los cuales ingresó a su casa y no quiso dialogar con la oficial que en todo momento intentó calmarla.
Finalmente la Policía entró a la vivienda y puso bajo resguardo a los menores.