“La fe es lo único que me queda, no la voy a perder, mi hijito lucha como puede contra la muerte”. Para Rosa Goretti no hay descanso, está desesperada por su hijo Federico Segovia, de 20 años, que agoniza en una camilla de terapia intensiva con un disparo en la nuca desde el viernes, tras una pelea de confusas circunstancias, que son investigadas, en Eldorado.
Rosa volvió a dialogar ayer con PRIMERA EDICIÓN y ratificó que “Federico no murió, durante todo el día hoy (por ayer) me preguntaron si era verdad que había fallecido, pero no, no murió, los médicos me dijeron que está muy mal y con pocas esperanzas, pero ese hilito lo mantengo y rezo sola acá en el hospital para que se recupere, espero un milagro”.
“Nadie me consultó si queremos donar sus órganos, yo sigo esperando que se mejore, no pienso en eso todavía”, respondió ante la consulta de este Diario.
“Federico es el tercero de mis tres hijos varones. Tiene tres hermanas más y entre todos nos estamos ayudando, dando fuerzas (…) Yo no sé qué pasó el viernes, no sé qué fue lo que pasó entre la gurisada, lo único que tengo claro es que mi Fede está en grave estado”.
Rosa Goretti anoche aguardaba sola sin alejarse del Madariaga: “Acá estoy sola, si tengo que dormir lo haré en el piso, no tengo dinero para pagar un albergue y no me ofrecieron otra ayuda que la de mi hija que me acompaña”.
Cabe señalar que hay varios demorados por efectivos de la Unidad Regional III involucrados en lo sucedido el viernes de madrugada.
La principal hipótesis radica en que el ataque con arma de fuego, calibre 22, se produjo en medio de una reyerta callejera. El joven sospechoso del disparo también tiene 20 años y es sobrino del joven internado con respirador artificial y casi sin señal cerebral, de acuerdo al último parte médico de ayer.
Rederico reside junto a su familia en el Kilómetro 6 y el hecho en el cual sufrió las lesiones graves se desató a las 4.15 del último viernes.
Pero varias horas antes, alrededor de las 2.15, en un maxikiosco céntrico en la avenida San Martín y Saavedra, Kilómetro 9, un allegado a Segovia se trenzó con otro que compartía bebidas con una muchacha que, hasta hace pocos días, había sido su novia.
Este otro sujeto sufrió lesiones y fue trasladado por un amigo al hospital SAMIC. A las 2.40, cuando regresaban del centro sanitario, se cruzaron con el Volkswagen Gol Trend que sería propiedad de Segovia en San Martín y calle Gaona. Se presume que buscaron vengarse y dañaron el automóvil con un pedazo de metal.
Se investiga si Segovia y otros dos jóvenes cambiaron de vehículo y se subieron a una camioneta Ford Ecosport y dañaron a golpes una camioneta VW Saveiro que sería de quienes los enfrentaban.
Para los detectives, un tercer y último pleito entre ambos bandos se registró pasadas las 4 en calle Vilcapugio, Kilómetro 10, a pocos metros del barrio Eldorado V.
En el lugar, dos jóvenes circulaban en una Honda 125, aparentemente en busca del VW Gol de Segovia, con el fin de romperlo, cuando se cruzaron con la Ecosport.
Se produjo un encontronazo, los motociclistas atacaron con una madera la camioneta y entonces el conductor, sobrino de Segovia, se habría bajado con un revólver con el que disparó a los dos “motoqueros”, pero uno de esos proyectiles impactó en la nuca de su propio tío, quien se tomó la cabeza y no recuperó el conocimiento hasta anoche.