Tras agonizar durante tres días murió Federico Segovia (20), quien fue baleado el pasado viernes en esta ciudad.
El deceso del joven, quien se hallaba internado en el hospital Madariaga de Posadas, complicó la situación procesal de los dos únicos detenidos por el caso. Es que la calificación del hecho ahora cambió a “homicidio”, imputación por la que el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Horacio Saldaña, tiene previsto indagar a los apresados en las próximas horas.
En cuanto a la principal hipótesis que manejan los investigadores respecto al lamentable episodio, tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN, es que Segovia recibió un tiro en la nuca en medio de un confuso enfrentamiento callejero, donde uno de los acusados habría sido quien apretó el gatillo involuntariamente.
Todo apunta a que el principal sospechoso de disparar, que también tiene 20 años y es sobrino de la víctima, abrió fuego contra otras personas y accidentalmente alcanzó a su tío. Una verdadera tragedia familiar que tuvo el peor de los desenlaces.
Viernes de furia
El pasado viernes a las 4.15, según lo que reconstruyeron los investigadores hasta el momento, Segovia recibió el disparo que derivaría en su deceso. Sin embargo, la violenta secuencia comenzó dos horas antes en un maxikiosco ubicado en el Kilómetro 9 de Eldorado.
Allí un joven que sería amigo de Segovia se trenzó con otro que aparentemente compartía bebidas con quien hasta hace pocos días había sido su novia. Ese otro muchacho sufrió lesiones y fue trasladado por un amigo al Hospital SAMIC. Alrededor de las 2.40, cuando regresaban del centro sanitario, se cruzaron con el VW Gol Trend que sería de Segovia en San Martín y Gaona. Resolvieron vengarse y golpearon el auto con un hierro.
Se presume que entonces Segovia y otros dos jóvenes cambiaron de vehículo y se subieron a una camioneta Ford Ecosport, aparentemente conducida por el sobrino del joven ahora internado.
Para los pesquisas, un tercer y último pleito entre ambos bandos se registró cerca de las 4.15 sobre calle Vilcapugio del kilómetro 10, a pocos metros del barrio Eldorado V. En el lugar, dos jóvenes circulaban en una Honda de 125 cc, aparentemente en busca del VW Gol de Segovia, con el fin de dañarlo, cuando se cruzaron con la Ecosport.
Se produjo una reyerta, los motociclistas atacaron con una madera la camioneta y entonces el conductor, sobrino de Segovia, se habría bajado con un revólver calibre .22 milímetros con el que disparó a los dos “motoqueros”, pero uno de esos proyectiles impactó en la nuca de su propio tío, quien se tomó la cabeza con las manos y cayó desvanecido. El arma de fuego fue entregada horas después por un amigo del detenido a la Policía.
Pericia balística
Luego de la ablación de órganos la Justicia ordenó que el cuerpo del joven sea sometido a una autopsia, donde uno de los objetivos de los médicos forenses era extraer el proyectil que quedó incrustado en la nuca.
Este elemento sería clave para determinar si salió del revólver calibre 22 incautado en la causa, mediante las pericias balísticas.