Más de 100 manos entregadas en forma gratuita, de las cuales 15 ya le cambian la vida a sus beneficiarios en Misiones, es el resultado de la obra solidaria de Guillermo y Gerardo Cabrera (padre e hijo), residentes en Buenos Aires.
“Los contactos con los beneficiarios se producen mediante la red social Facebook. Allí nos plantean lo que les ha ocurrido y a partir de medidas, fotos y videos les hacemos estas manos, que son completamente personalizadas. Cada persona elije, color, y el diseño que quiere”, indicó a PRIMERA EDICIÓN el joven de 20 años, estudiante de Comercio Internacional
Aunque la profesión en la que se está capacitando tiene, si se quiere, una relación poco directa con la tecnología, él siempre ha sido un aficionado de estas cosas. Por esa razón, cuando su padre vio por primera vez lo que se podía lograr con el equipamiento adecuado no dudó en sumar a su hijo para ésta misión.
“Me puse a investigar cómo se hacían las prótesis y de qué manera se le podía dar un buen uso y gracias a mi papá empezamos a hacer manos. A partir de ahí surgió el primer dedo, después la primeras manos, que por supuesto no eran funcionales, pero por algo había que empezar. En la actualidad llenamos la argentina con nuestras manos, salvo Tierra del Fuego hemos llegado a todas las provincias”, relató satisfecho.
No todas las entregas requieren viajes, aunque si se hacen personalmente. En muchos casos porque sus destinatarios viajan a Buenos Aires y conocen a la familia benefactora en su casa de Banfield. Por ejemplo, nueve de las quince prótesis que benefician a grandes y chicos de la tierra roja, fueron entregadas de esa forma y con éste viaje entregarán otras seis.
Poco más de un año
Más o menos en el mes de mayo del año pasado, arrancó la investigación y en junio se hizo la primera entrega a Miranda (5), una nena de Mar del Plata.
“A partir de ahí se marcó un antes y un después en nuestras vidas y en la historia del proyecto Te doy una mano”, rememoró el joven.
Guillermo y Gerardo se autofinancian los viajes, pero eso no quita que haya personas que al enterarse del fin colaboran para hacer el viaje más liviano. Para el caso de éste arribo, el dueño de un conocido hotel de la ciudad de Iguazú, tras enterarse de la visita los alojará durante la estadía.
“Nos pone contentos que la gente quiera aportar su granito de arena con éste gesto que nos ayuda a seguir ayudando”, destacó.
Manos sin fronteras
Tras haber hecho un recorrido intenso a cada rincón del país, las manos hechas por Gerardo ya serán internacionales, porque “nos estamos yendo al mundo”, indicó el creador al resaltar que están por llevar las prótesis nada más y nada menos que a África.