Son numerosas las familias que ante la necesidad de contar con un lugar para vivir, decidieron ocupar algún espacio disponible. Así es como se van conformando los asentamientos, que en algunos casos datan de varias décadas y ya son otras las generaciones que viven en esos terrenos.
El problema surge cuando aparecen los propietarios del lote o cuando la comuna necesita disponer del lugar para el uso comunitario. Este fue el caso de diez familias que vivían entre Centenario y Eva Perón, quienes edificaron sus hogares sobre la calle 145.
Al ser una arteria de circulación, debían abandonar el espacio, motivo por el cual debió intervenir el Instituto de Desarrollo Habitacional para ver la forma de relocalizarlos. Este es sólo uno de los tantos casos que suceden en la capital provincial y en distintos puntos de la provincia.
“Tenemos una larga lista de asentamientos en Posadas. Sumamos unos 69 asentamientos, los cuales se dividen en un 50% en aquellos que ocupan la vía pública y otro en propiedades privadas”, indicó a Lucia Bauman, directora de Inclusión Social del IPRODHA en una entrevista con Radio República.
En cuanto al trabajo desde el Instituto, señaló que “lo que nos ocupa y preocupa hoy como institución es principalmente la oferta que podemos brindar en cuanto a soluciones habitacionales. Ocuparnos de aquellos que, por ejemplo, se encuentran sobre la vía pública, que de otra manera se trata de personas que no tienen otra opción o futuro en como solucionar esa situación de vivienda”.
Respecto a estas situaciones, Bauman explicó que “en definitiva están como ocupantes en una propiedad privada o en algún espacio verde o algún otro espacio de alguna manera. Desde el Instituto se intenta intervenir de alguna manera, negociando con los dueños en el cuadro de regulación puede solucionarse, pero distinto es el caso de los que están en la vía pública y no tienen donde ir”.
En esta situación se encontraban las familias que habitaban sobre la calle 145. “Eran más o menos 100 metros de vía pública que se encontraban ocupadas hace más de 20 años por esas familias, inclusive algunas se encontraban en el lugar hace más de 30. En estos casos la larga data de ocupación de ese espacio no cuentan porque es la calle, no existe ningún tipo de derechos, por eso nos ocupamos de esas familias de la vía pública”, indicó.
Las familias fueron finalmente reubicadas en el barrio Sol de Misiones. “Si bien la demanda la tenemos localizada desde hace varios años, hacemos un trabajo de selección de los asentamientos, los censamos como hacemos regularmente para inscribirlos y revisamos los antecedentes. Hacemos también un proceso de prepararlos para la mudanza, con charlas, porque además los relocalizados deben comprender que ahora adquieren obligaciones”, remarcó Bauman.
En este sentido, añadió que “el 80 % de estas viviendas relocalizadas estaban enganchadas de la luz y el agua, son obligaciones que uno también debe hacerles saber, por más común que parezca. Ellos pasan de una ocupación informal a una completa formalidad, donde no sólo es la adquisición de un suelo con la vivienda sino el compromiso de pagar los servicios con los que va a contar y la cuota de la casa”.
Respecto a sus obligaciones, aclaró que “se cree que las familias relocalizadas no pagan nada pero tienen una cuota, por supuesto que es menor de la que pagan otro tipo de viviendas beneficiadas por el Instituto. Sin embargo, vienen con los mismos plazos, los mismos intereses, subsidios y la responsabilidad que asume cualquier otra familia que se acerca al IPRODHA a adquirir un beneficio”.