Pareciera que “ser honesto” en nuestro país es mala palabra, es estar equivocado, es ser un tonto que cumple. Mientras, va creciendo el número de deshonestos que aprovechan el apoyo de organismos defensores que no analizan en profundidad los variados casos de incumplimiento por parte de –principalmente- los usuarios de servicios públicos como el caso de la energía eléctrica y del agua potable que, según dichos organismos, es un derecho que le asiste a todo ciudadano residente en territorio nacional y no se le puede anular dichos servicios.
Personalmente dejo constancia de haber estado en condición de desocupado durante un año y medio sin dejar de pagar el consumo de energía eléctrica –incluso un día olvidé de abonar una factura y me cortaron el servicio-, dada la complicada situación económica que estaba atravesando en ese momento.
Pero curiosamente muchos de los usuarios en infracción no restringen el consumo de Kws o metros cúbicos del líquido vital, directamente no les importa porque no están obligados a pagar mensualmente cada boleta. Pero para gastar en bebidas, en combustible, etc., siempre hay dinero.
Sería interesante que alguien se tome el tiempo y publique la cantidad de usuarios en situación irregular de los mencionados servicios públicos y paralelamente los que no cumplen con el pago de tasas e impuestos que son obligatorios. Claro está que se refiere a quienes pueden cumplir con sus obligaciones tributarias y no lo hacen.
Estamos ante un enfrentamiento de “cumplidores vs. deudores”, y los primeros estamos en pérdida porque los otros en muchos casos recurren ante quienes los defienden injustamente.
No escapa a estas irregularidades la triste y lamentable actitud de quienes se prestan a la corrupción, lo que también es un retroceso económico y perjudica al país.
Depurar todo lo mencionado significa muchos años, quizás siglos, porque tendrá que surgir una nueva generación de personas que entiendan que un país crece cuando todos cumplen con sus obligaciones y las leyes están para ser aplicadas a cada uno por igual; cuando el gobernante tenga un equipo de funcionarios serios y responsables cuya honestidad se vea reflejada en cada acto que realice; cuando permanentemente se den a conocer las acciones gubernamentales y todo apunte a generar empleos en todos los rubros posibles.
Argentina tiene todo para ser potencialmente exitosa, pero depende de su gente.
Ernesto Doedderer
Posadas (Misiones)