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Intendentes misioneros acumulan deudas y hacen lo imposible para cubrir los compromisos asumidos con sus empleados, en concepto de sueldos, bonos y aguinaldos.
Es que los últimos aumentos en combustibles y la creciente inflación impactan en todas las localidades de la provincia, donde para cumplir con los pagos a los trabajadores, dejan de pagar a proveedores, paralizan obras o utilizan adicionales de coparticipación.
“No estamos llegando con los proveedores. Se paga una cuenta primero y luego otra, un mes el combustible, el otro mes las gomas, después la ropa… Se prioriza los sueldos, seguros y ART. Vamos negociando, llaman y tengo que darles la mala noticia de que no nos alcanza para pagarles, aparte la recaudación bajó y tenemos que afrontar con fondos propios la finalización de obras que cayeron con el Fondo de la Soja”, resumió el intendente de Garupá, Luis Ripoll, a PRIMERA EDICIÓN.
A todo esto, señaló que “la recaudación cayó un 40% aproximadamente. Este mes recibimos de coparticipación unos $3.819.000 y la masa salarial es de $4.541.000, ésa es la diferencia que tenemos que cubrir mes a mes con nuestros recursos genuinos de caja pura y neta. Por hacerlo, le debemos a todos los proveedores, pero las prioridades son el pago de los salarios y ahora haremos lo mismo con el aguinaldo y el bono de 2.000 pesos que desde 2009 se paga a fin de año”, aseveró Ripoll.
En consonancia, el jefe comunal de Andresito, Bruno Beck, apuntó que, para llegar en tiempo y forma con los salarios, utilizan fondos provinciales que reciben por compensación. “Estamos llegando apretados, pero siempre con la ayuda que nos brinda el Gobierno de la provincia para mantener la administración a flote. Andresito no está al día en nada, sólo en sueldos. Hay una dependencia del Estado provincial y si ellos dan bonos, nosotros tenemos que hacer lo mismo o se nos hunde el barco”, manifestó el alcalde.
Indicó, a su vez, que “todo lo que reciben de coparticipación está comprometido en sueldos” y señaló que “la plata de la soja era una migaja”.
“No nos afectó para nada su quita, sí a quienes recibían una buena coparticipación, porque era un aliciente muy importante. Tenemos pedidos por todos lados para la realización de obras de empedrado y cordón cuneta, en la Nación y en la Provincia, pero hasta ahora no salió nada”, contó Beck quien sentenció además que “la comuna tiene muchas pérdidas”.
“Cada día que pasa somos más pobres. Tuvimos una merma del 63% en la recaudación y no podemos hacer ninguna proyección. El bono de fin de año no es casualidad, no podemos concretar un aumento porque no hay maniobra de ningún tipo en esta situación”, adujo.
Ante este escenario complicado, el ajuste se hace sentir sobre todo en los municipios productores.
Así lo afirmó el intendente de Santiago de Liniers, Arnoldo Schoenfisch, quien comentó que no hacen “gastos importantes para no tomar deudas grandes”.
“Lo que nos mata es la suba del combustible. Hacemos lo mejor posible. Tenemos algo de recaudación y estamos más o menos al día. La gente está pagando los impuestos y con eso mantenemos los caminos terrados”, sentenció Schoenfisch, quien anticipó que van a “prepararse para el pago de un bono”.
A su turno, el jefe comunal de Tres Capones, Ramón Gerega, señaló que “cuando recibimos la noticia del pago de un bono a nivel provincial, resolvimos otorgar un plus de $4.000” en cuatro cuotas, que se comenzó a pagar en septiembre, “para que no se junte con el aguinaldo”.
“Los sueldos se cubren con fondos coparticipables que venimos aceptando de forma precavida y muy austera. Nosotros nos manejamos con reservas para cumplir con nuestros compromisos. Estamos al día con todos los proveedores y facturas. Venimos cumpliendo bien y tenemos un parque vial funcionando al 100%”, destacó Gerega.
Enfatizó que “con el Fondo de la Soja se realizaron distintas obras y, por suerte, no comprometimos esos fondos. Trabajamos desde el comienzo de la gestión con el arreglo de caminos rurales y es una verdadera pena no poder seguir contando con esos recursos”, lamentó.
Asimismo, confesó que destinan “un porcentaje importante de la coparticipación a sueldos y el restante se distribuye en obras. Hubo una baja importante en la recaudación a causa de la complicada situación yerbatera, donde las cosas no están bien y el productor deja de pagar sus impuestos”, apuntó.
Por su parte, el intendente de Bonpland, José Schiro, adelantó que pagarán bonos y harán “un sacrificio importante. Esto implica más erogaciones y, en mi caso, dejaremos de hacer algunas obras para cubrirlas, no del todo, pero paramos algo para ayudar a juntar esa plata”. “Nos estamos reservando para los momentos difíciles, al asalariado no le alcanza para llegar a fin de mes. Eso se ve a diario”, sentenció.
De igual manera, el alcalde de 25 de Mayo, Omar Wdowin, expresó a PRIMERA EDICIÓN que “todos los municipios están en una situación difícil y complicada”. En su caso, “vamos a pagar el aguinaldo y buscaremos la manera de darle un bono a los compañeros. Tenemos que ver cuánto llega de la coparticipación, ya que la recaudación decayó muchísimo”, apreció.
Por último, Mario Vialey, de Apóstoles, señaló que planificaron desde el año pasado para hacer frente a los aumentos. “Empezamos a ajustar y nos dio muy buenos resultados. Les pedí a los empleados que cuiden los recursos, de lo contrario no podremos hacer frente a los aumentos”, concluyó.