Paradas llenas de personas esperando un colectivo que no vendrá y una importante cantidad de trabajadores caminando por las avenidas principales, fueron parte del paisaje que se pudo observar durante la noche del lunes y madrugada de ayer como consecuencia de un nuevo paro de transportes urbanos.
La medida de fuerza de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a nivel nacional inició el lunes a las 22 hasta las 6 de ayer. La modalidad volvió a repetirse anoche y continuará de la misma forma al menos hasta el próximo jueves, según ratificaron desde el gremio.
Además adelantaron que de no haber solución la medida de fuerza se podría endurecer en los próximos días para alcanzar las 24 horas del cese de actividades.
Así, sumado a las permanentes críticas apuntadas en Misiones principalmente al Grupo Z por la cuestionada calidad del servicio y las subas del precio del boleto, ahora se agregó el paro nacional que convirtió a los usuarios en rehenes de la disputa salarial entre los empresarios y choferes.
Hartos de esperar un colectivo durante la noche o informados con anterioridad del paro total de transportes urbanos, en Posadas mucha gente se vio obligada a movilizarse en taxis y remises, o improvisar soluciones como los autos compartidos, para retornar a sus hogares y, también, para movilizarse durante la madrugada, principalmente los que deben presentarse en sus puestos laborales en horas tempranas.
En relación a esto Estela, empleada pública del barrio Itaembé Miní, contó a PRIMERA EDICIÓN: “Nos tuvimos que arreglar entre varios vecinos que hacemos un recorrido parecido para viajar juntos en un solo auto. Se complica mucho movilizarse a la madrugada si no hay colectivos. Las distancias son largas y la nafta está muy cara para los vehículos particulares. Viajar en taxi también es carísimo”.
En tanto que Mabel, enfermera de Villa Cabello, manifestó: “Molesta mucho no contar con los colectivos porque es algo que necesitamos los trabajadores para cumplir con nuestras obligaciones todos los días. Entiendo que decidieron hacer el paro en un horario en el que no viaja tanta gente, pero de igual manera somos muchos los que necesitamos viajar por la noche o temprano a la madrugada y nos están dejando tirados en la calle”.
Al mismo tiempo, Juliana comerciante del barrio San Lorenzo opinó: “Me parece una pésima medida el paro de los colectivos. Cuando los choferes paran y dejan los colectivos guardados sin uso hasta capaz le hacen un favor a las empresas. Si realmente quieren hacer algo que moleste a los empresarios tienen que sacar los colectivos a la calle sin cobrar pasaje, levantando gente de las paradas para que viajen gratis”.
Por su parte, Mario, docente del barrio Bella Vista opinó: “Habían dicho que a las 6 de la mañana todo volvería a la normalidad pero en mi barrio tuvimos que esperar mucho más que eso. Recién cerca de las 7 comenzaron a aparecer algunos colectivos. A esa hora muchos ya estamos llegando tarde a nuestros trabajos”.
El secretario general de la UTA de Misiones, Horacio Álvez señaló ayer en declaraciones a la prensa que el paro se podría endurecer a 24 horas si continúa la falta de acuerdo. “Está planteado a nivel país que de no recibir respuestas, esto se va a profundizar”, indicó.
Desde UTA remarcaron que la protesta se llevará a cabo hasta que los empresarios, agrupados en la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), se presenten ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para regularizar y pagar el retroactivo de septiembre, del 5,5% en todo el país.
“Primero se había acordado un aumento del 15%. Después se consiguió un 25,5% en cuotas. Se está incumpliendo un 5,7% de Septiembre y falta otra parte para completar el aumento”, aseguró Álvez.
Cabe recordar que en la mayoría de las provincias, las empresas no abonaron esta última cuota de la paritaria y por eso el gremio resolvió la medida de fuerza. Sin embargo en las provincias donde los empresarios pagaron el aumento también hubo paro en solidaridad con los trabajadores que no cobraron. Debido a esto los choferes de colectivos de casi todo el país, con excepción de los que prestan servicios en Capital Federal y Gran Buenos Aires, se sumaron al paro.