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Domingo a domingo, la escritora Ana Camblong estampó su marca en las páginas de PRIMERA EDICIÓN. Primero con una publicación semanal bajo una sección denominada “Preguntar es humano” y luego con una participación un poco más esporádica con temas de coyuntura nacional tratados con un toque bien regional y misionero. Hoy, todas esas historias se reúnen en su último libro “Como te iba diciendo, ensayitos diarios”, una obra que nació en las páginas de PRIMERA EDICIÓN.
La relación entre la escritora y PRIMERA EDICIÓN comenzó en 2013. En aquel entonces, la profesora emérita de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) se acercó a PRIMERA EDICIÓN para ofrecer su participación y fue recibida con los brazos abiertos. “Tratamos de que sean temas cotidianos. La vida cotidiana es un tema que me gusta, que estudio”, indicó la escritora. “Tengo que destacar que el Diario respetó mis textos de manera absoluta. Fue muy libre y muy agradable de ambas partes”, agregó.
En 2013 la participación era semanal en el marco de una sección denominada “Preguntar es humano”. ¿Qué significa “dar la cara”?; ¿qué será lo auténtico?; ¿qué valor tiene la palabra pública?; ¿en qué consiste el despilfarro? son sólo algunas de las preguntas a las que Camblong intentó dar respuesta. Un total de 35 están publicadas en el libro. La segunda participación se dio con textos un poco más extensos, a partir de 2014, y de manera más esporádica. La temática pasó a ser más coyuntural, “por ejemplo la muerte de Teresa Passalacqua, la de Ricardo Piglia, o la del fiscal Alberto Nisman. Dependía de la emergencia cotidiana y también de mi disponibilidad de tiempo”, explicó Camblong. 11 de esos textos forman parte de este nuevo libro.
No es la primera vez que Camblong colabora con un diario o revista. En el caso de estas últimas “siempre fueron muy especializadas, entonces es muy diferente”, dijo en comparación con la publicación en un matutino. “No sólo en cuanto al formato sino también al ritmo y el vocabulario. A mí me encanta poder conversar con otro horizonte de lectores que no son especialistas y que me devuelven otras miradas”. En el tiempo de sus publicaciones en PRIMERA EDICIÓN tuvo un importante feedback de lectores que se contactaron con ella a través de llamadas telefónicas o correo. “Es como una botella al mar que va para conversar con la comunidad a la que uno pertenece”, destacó.
Los temas y el estilo
Cuestiones de la vida política, social y cotidiana eran tratados domingo a domingo por Camblong. La solidaridad, la comunidad, la cultura. Temas disímiles pero con una característica en común. “Siempre con un humor cotidiano porque hasta en los peores momentos la gente siempre tiene un chiste, un comentario humorístico”, destacó. Además incluyó en sus textos hechos y frases propias de la región “por ejemplo nuestro tratamiento del tiempo o retomé cosas de la memoria como el juego de la ‘hojita verde’ y eso me llevó al problema del campo, de la soja… Se mezclaba algo que se rescataba de la memoria o bien frases que utilizamos cotidianamente con problemas nacionales o con alguna cuestión en la que había opiniones encontradas. Iba completamente amalgamado el tratamiento de un tema nacional con modismos regionales”, explicó.
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Cómo surgió la idea
La idea de hacer el libro surgió luego de que varios amigos la incentivaran pero Ana no estaba del todo decidida. Un día, de golpe, empezó a juntar los textos, los diagramó y comenzó a buscar editorial que lo publique. “Los textos muchas veces son utilizados en el sistema educativo debido al habla, a la argumentación. Me pareció que era otro manera de circular ese material”. En esa búsqueda dio con la editorial Alción, cordobesa, pero “pensé que como eran temas bastante regionales no les iba a interesar pero me dijeron que sí y fue increíble lo rápido que salió”. Los intercambios para la edición del libro comenzaron hace aproximadamente cuatro meses y el libro ya está listo y en sus manos. “No tengo más que agradecimiento para este editor”, remarcó Ana.
Una fotografía del interior de la Farmacia de los Monzón adorna la tapa. Dicha farmacia se encontraba ubicada en la intersección de las calles Sarmiento y Buenos Aires, en lo que hoy es una pizzería, pero con su fachada intacta. La misma fue tomada de un grupo de Facebook llamado “Posadas del ayer” y ya está inmortalizada en “Como te iba diciendo”.
“Me interesa que el libro pueda circular, me gusta conversar con las universidades de la región y compartir nuestro trabajo académico con ellas”, indicó y habló sobre su labor en el campo de la semiótica, título principal de los textos que publicaba domingo a domingo, porque “todo mi trabajo es para establecer la disciplina”. Justamente por ello se encuentra inmersa en el dictado de una especialización en semiótica con el objetivo de que “el sistema educativo valore lo que la semiótica puede darle a las materias como ayuda, como herramienta, como instrumento de trabajo, sobre todo en nuestra región”.
Como son historias cortas, es un libro que se puede trabajar en el aula de una escuela o de una universidad y “uno lo puede empezar a leer en la página 100, como en la 50. Se pueden dar saltos según los intereses de cada lector. Cada texto tiene su autonomía entonces está destinado para el lector salteado”, cerró.