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La Pastoral de Adicciones de Oberá se reunió con el intendente Carlos Fernández a quien le pidieron “que se ponga a la cabeza” de la lucha contra las adiciones y “dejar de lado diferencias políticas partidarias, porque esta problemática no conoce de esos pormenores”.
El encuentro se dio tres meses después de la reunión que tuvo el equipo de la Pastoral con legisladores provinciales y municipales a quienes les transmitió su preocupación por la situación de las adicciones en Oberá, que ya sobrepasa sus posibilidades; ytambién a tres meses de la firma de convenio entre el gobierno provincial con Nación y municipios, entre ellos Oberá, para la lucha contra la drogadicción.
Durante estos tres meses de espera, la Pastoral sólo tuvo contacto con el diputado provincial Roberto Rocholl, quien se mostró preocupado y hasta acercó propuestas, pero desde la Pastoral querían tener una audiencia con el intendente antes de avanzar en alguna dirección.
En el encuentro, una vez más, el grupo de trabajo expuso al intendente la necesidad de profundizar la tarea de asistencia, el tratamiento y la rehabilitación de adictos en la Zona Centro.
La experiencia diaria indica a los voluntarios la urgente necesidad de contar con un Centro de Rehabilitación en el que se pueda trabajar de manera interdisciplinaria a diario. “Tener a los adictos una o dos veces por semana y que retornen al entorno enfermo echa por tierra todo avance que se pueda lograr”, le manifestaron. Es más, para graficar la situación el equipo detalló al jefe comunal que en un solo día de esta semana atendieron a 38 personas en situación de adicción. “Hasta debimos presenciar una crisis por abstinencia de un joven, algo que, lamentablemente, no nos sorprende”, expresó uno de los miembros.
La realidad sigue siendo alarmante y el pedido de tratarlo con la urgencia que requiere el tema fue parte de lo expuesto en la audiencia con Fernández. “Debemos unirnos para luchar contra las adicciones, es la única forma de frenar el flagelo que representa la droga en la comunidad. Está presente en todos los barrios, no respeta edades y lamentablemente no tenemos las herramientas necesarias para una lucha más efectiva”, finalizaron los voluntarios.