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Apenas dos días de vida tenía el pequeño Eliel Lucas cuando el temporal de agua y barro arrasó con la precaria casa construida con madera y ladrillos, en un asentamiento del barrio Faraón, en la zona sur de esta ciudad. Lo único que quedó en pie fue la cama donde dormía el bebé. Su madre, Gloria Ruíz Díaz, convaleciente por la cesárea, alcanzó a cubrirlo, mientras que Santiago Merzek, el padre de familia (que está casi ciego) los ayudaba junto a su otra hija, Agustina, de 6 años que sufre de asma.
La pequeña casa quedó prácticamente destrozada y la familia Merzek se salvó de milagro pero quedaron a la deriva materialmente. Militantes del Partido Agrario y Social y del Movimiento Evita llegaron hasta ellos y el diputado Martín Sereno comenzó las gestiones para resolver el problema de una nueva vivienda. Solicitó al titular del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, Santiago Ros, su inmediata intervención para relocalizar a la familia.
La joven madre trabaja haciendo la limpieza de un sanatorio privado por lo que sobreviven con ese sueldo y la pensión que recibe Santiago por su discapacidad.
La familia Merzek manifestó su necesidad de ser relocalizada a un terreno apto, e hizo hincapié en que pueden afrontar una cuota accesible que les permita tener una vivienda en condiciones dignas. Mientras ésto suceda, el matrimonio y sus hijos subsisten gracias a la solidaridad de los vecinos y de los militantes sociales que los están ayudando con lo que necesitan.