Se trataba del general Edelmiro J. Farrell que llegó en tren con parte de su gabinete y presidió esa histórica fiesta, el Congreso Nacional del Tabaco, la primera exposición agroindustrial y del Turismo de Misiones.
Durante años luché para que ella, como también las 17 reinas de esa histórica fiesta y sus respectivas princesas, no siguiera injustamente sepultadas en el olvido. Por ser humilde, como era la cultura de nuestros pioneros, nunca ha pedido ni quiso interceder para lograr su merecida reivindicación.
Ahora, otra vez, ante la sorpresa de su fallecimiento, el pasado domingo 21 de octubre, me conmovió con lágrimas comprobar que esa ilustre dama misionera pasó al cielo sin la distinción que en su vida merecía.
Creo por lo menos ya han pasado más de 20 años luchando por esa reivindicación que, a decir verdad, debía y debe lograrse si efectivamente se respeta y se ama a esta tierra sin mal.
Mientras viva seguiré luchando por la reivindicación de mi Provincia.
Alberto Monaca
Periodista
Posadas (Misiones)