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Los ladrones actuaron con gran profesionalismo y convencieron a sus víctimas que eran de la Policía Federal. Habían asaltado a un comerciante de Jardín América y, según nuevos informes policiales, serían los mismos los que tomaron la ruta nacional 14 para llegar a Concordia, donde perpetraron un segundo atraco. El modus operandi fue el mismo.
Hasta anoche los investigadores creían que se trata de una banda que además de planificar a la perfección cómo simular un allanamiento, su capacidad los lleva a diagramar los robos a centenares de kilómetros de distancia uno del otro, y cometerlos en pocas horas.
Cabe recordar que a las 20.15 del miércoles, los supuestos policías sorprendieron a Ricardo Luck (48), dueño de la panadería Mielín, sobre calle Gabriela Mistral de Jardín América. Tras mantenerlo engañado para robarle unos 120 mil pesos, los cinco sospechosos huyeron sin dejar rastro. Diez horas y 660 kilómetros después, hubo noticias de la que sería la misma banda.
Aproximadamente a las 8 del jueves, cuatro sujetos llegaron a una vivienda de la citada ciudad entrerriana. Con ropas de la Policía Federal Argentina se bajaron de un Volkswagen Gol de color gris y entraron por el garage. El que los vio fue el dueño, quien estaba en un negocio que la familia tiene en el frente de la casa.
Portaban chalecos antibala, gorras, pistolas y escopetas. Al propietario le dio toda la impresión de que eran agentes de la fuerza y efectivamente así se identificaron. Lo llamaron por su nombre, lo llevaron junto a su esposa, quien estaba dentro de la vivienda, y les pusieron precintos en las muñecas, tal como hicieron con el panificador de Jardín América.
Exigieron que dijeran dónde estaban la droga, las armas y el dinero. El comerciante manifestó que no vendían estupefacientes, no tenía armas de fuego y la plata que tenían era la que había en el negocio y los ahorros de uno de sus hijos.
Los sujetos revolvieron toda la casa y terminaron llevándose una suma cercana a los 180 mil pesos.
Las víctimas llamaron a la Policía y dieron cuenta del extraño caso de agentes federales que en realidad eran hábiles ladrones. Mientras personal de Criminalística trabajaba en la vivienda, los investigadores se entrevistaron con vecinos, quienes confirmaron que eran cinco los sujetos que cometieron el asalto. El mismo número de integrantes de la banda que golpeó en Jardín América. Las diferencias en este caso fueron que esta vez sí exhibieron armas y los automóviles que usaron fueron distintos.
En el asalto al panadero utilizaron un Chevrolet de modelo similar al Scenic de Renault, y una camioneta del tipo Ecosport. Ya en Entre Ríos, lo hicieron en un Gol y en otro auto de color champagne, según relataron testigos.
La Policía local no tardó en saber que horas antes había sucedido un hecho de similares características en Misiones, por el cual ahora existe un alerta nacional acerca de esta banda de posibles policías exonerados, “mano de obra desocupada”, si se tiene en cuenta que en ambos robos, por sus ropas, léxico y forma de actuar, convencieron a sus víctimas que eran de la fuerza federal.
“Allanamiento” en Jardín América
Tal como PRIMERA EDICIÓN informó ayer, el propietario de la panadería Mielín fue sorprendido justo cuando se aprestaba a cerrar, en la noche del miércoles.
La banda llegó con chalecos de la fuerza y con una supuesta orden de allanamiento por “lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y narcotráfico”, proveniente de la Fiscalía de Eldorado. Ataron con un precinto a la víctima y lo llevaron al fondo del negocio. Con acento porteño le preguntaron dónde estaba la droga y la plata.
Le informaron que hacía meses lo estaban investigando. Después lo trasladaron a su vivienda. Allí, también la esposa y las dos hijas del matrimonio quedaron supeditadas a las órdenes de los “superiores” que dirigían el accionar de los “agentes” en el operativo. Nunca les hicieron daño.
Cuando tuvieron la orden para liberar al comerciante, dijeron que primero iban a revisar el consultorio de la esposa, en la planta baja de la vivienda. Bajaron y se perdieron en la noche con 120 mil pesos y objetos varios. Seguramente ya tenían listo el cambio de automóviles, el viaje a Concordia y el segundo golpe en menos de 12 horas.