El país vive los peores meses de la crisis con una inflación del 40,5% (acumulado entre septiembre 2017 y el mismo mes de 2018) que, de acuerdo a los pronósticos de varios economistas llegaría al 50% al cierre del año.
En este contexto, muchas familias se vieron obligadas a modificar sus hábitos de consumo ya que la Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, se ubicó en septiembre último en $22.558,17 según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
En la región NEA que integra Misiones, el rubro que mostró mayor variación de precios fue el transporte, con un alza del 10,4%. En tanto los alimentos subieron un 7%. Esta zona del país fue la más cara para vivir hasta el mes pasado.
Por todo esto, las familias misioneras se ajustan el cinturón y disminuyen el consumo de algunos productos considerados como secundarios en la canasta básica. Por esta razón, PRIMERA EDICIÓN consultó a algunos comerciantes que contaron los cambios de consumo de sus clientes.
Se notó una caída en la venta de carne, que tuvo un aumento de precio del 10% en el mes de septiembre, se hablaba de otro incremento para octubre pero no se dio debido a la retracción de las ventas”, expresó Nelson Lukoski, de la Asociación de Comerciantes Misioneros.
Además precisó que hubo una “disminución del consumo de frutas y verduras”, lo cual atribuyó a una “cuestión estacional”. “Estos productos tienen sus altibajos. Esta semana, por ejemplo, la papa subió un 200% por las inundaciones que hubo y afectaron los precios, lo mismo había pasado con el tomate y el morrón”, detalló.
Apuntó que “la gente dejó de consumir productos enlatados y primeras marcas de perfumería como de limpieza, que es donde más se notó la caída de las ventas en lo que va del año. Se pasó del jabón líquido para ropas al jabón en polvo”.
Y añadió que el consumo de lácteos fue sostenido porque “recién ahora empezaron a aumentar los precios.Todavía el litro de leche está al mismo precio que el año pasado, pero siempre comienza a incrementarse entre octubre y noviembre por el verano, ya que en invierno se consume menos”.
Consultado al respecto, el presidente de la Cooperativa de Almaceneros de Posadas, Ismael Ortigoza, manifestó su preocupación por la crisis y la pérdida de poder adquisitivo de los clientes.
Se sigue comprando carne, pollo, fideo, arroz, pero fraccionado. Yo vendo arroz, fideo y harina suelto. Hubo una disminución en las ventas de cosas dulces como mermelada, batata, dulce de leche, se vende pero un 20 o 30% menos. En la Cooperativa de Almaceneros tenemos una bolsa solidaria con arroz, aceite, azúcar, puré de tomate y otros artículos de primera necesidad por $170. Le gente viene lleva dos o tres bolsitas y le dura tres o cuatro días”, señaló Ortigoza.
Observó una disminución en la venta de lácteos como yogures y quesos. “Hubo un parate importante, se vende pero un 30% menos, se bajó la calidad de todo lo que se consume en lácteos”, precisó.
Advirtió que ante la crisis, implementaron la permuta de alimentos por ropas. “Muchos no tienen dinero, no les alcanza para comer todo el mes, entonces le aceptamos ropas o zapatos a cambio de alimentos. Y no sólo vienen familias sin trabajo o con muchos hijos, sino que muchos son profesionales jóvenes, abogados, maestros, estudiantes, gente trabajadora que no llega a fin de mes, por eso damos esta posibilidad”, reveló.
Y contó que el aumento que más impactó a los clientes fue de la harina, que subió casi un 100%. “Muchos venían y llevaban una bolsa por 25 kilos que antes estaba $230 y ahora cuesta $680, subió el doble y afectó la economía de muchos hogares”, consideró Ortigoza.
Gastronomía y hotelería con actividad paralizada
Otro rubro que se vio afectado por la pérdida del poder adquisitivo es el de esparcimiento y recreación. De acuerdo al presidente de la Asociación Misionera de Bares, Restaurantes, Hoteles y Afines (AMBRHA), Martín Oria, la gastronomía se mantiene los fines de semana aunque se paraliza los otros días.
La actividad tiene movimiento porque el éxodo a Paraguay se frenó en los fines de semana. Pero, entre semana, no hay demanda por la inflación. Los clientes priorizan los servicios básicos”, contó Oria a este Diario.
Independientemente de esta situación, manifestó que “el otro problema que enfrenta el sector es la falta de rentabilidad”, ya que “no hay forma de llevar la inflación al precio final del producto”.
No se puede reflejar la suba de precios en el importe final, es imposible. Si hubo un aumento fue del 10%, no mucho más. Hoy el costo para bares y restaurantes es mucho mayor. Hay un endeudamiento muy grande del comercio en general. El rubro hotelería y gastronomía se está endeudando con impuestos, no hay amortización con el valor de las propiedades”, lamentó.
Remarcó, a su vez, que la devaluación del peso atrajo a turistas brasileños. Aunque sostuvo que, para ver un beneficio, “se tiene que frenar la suba de los costos. Se tiene que mantener el dólar y bajar la inflación, de lo contrario no tenemos rentabilidad”.
“Permanentemente hay cierre de locales, los restaurantes históricos están abiertos pero endeudándose, y los más nuevos son los que cierran. Los que pueden aguantar lo hacen. Hay que tener en cuenta también que la informalidad empieza a aparecer con la crisis”, concluyó.
Cae consumo de combustibles por los reiterados aumentos
Con un total de trece aumentos en sólo diez meses, los precios de los combustibles registraron un 64,75% en promedio durante el 2018, esto es más de 32 puntos porcentuales por encima de la inflación del INDEC. Incluso no se descarta una nueva suba en el orden del 4 y 5% para noviembre.
Por los constantes aumentos de precios, el consumo de naftas premium reflejó una “paulatina retracción” de su participación en el mercado de combustibles, pero recuperó terreno la nafta súper, de menor calidad y también menor precio”, aseguraron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), en su último informe.
La baja ha sido discreta. Más se nota el hecho del traslado del consumo de nafta premium a la nafta súper. Esto trajo aparejada una caída en el sector porque nuestros costos operativos siguen siendo altos”, afirmó Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE).
Aseguró, a su vez, que la reducción del uso de vehículos por parte de las familias es una constante que se viene dando desde hace algunos años. “Cada vez se usa menos el vehículo, esto se evidencia porque cada año ingresan al parque automotor unos 800 mil vehículos. En cuatro años tuvimos prácticamente más de cuatro millones de automóviles, es decir, que tuvimos un aumento del 40% en el parque automotor. Sin embargo, el año pasado, hubo una caída en el consumo de combustibles del 3% en volúmenes a nivel global”, reveló el empresario.
“Tendría que haber aumentado por lo menos un 20% el consumo de combustible, cosa que no ha ocurrido. Incluso, el año pasado, hubo una caída del 3% global en el consumo por volumen. Este año estimamos una reducción similar”, advirtió.
Indumentaria por tarjeta
El rubro indumentaria mantiene sus márgenes de venta, en gran parte, gracias a los efectos de los planes de descuentos “Ahora Misiones” y “Ahora 12”, ofrecidos por las tarjetas de crédito y débito. Sin embargo, se observa una gran caída en el flujo de efectivo entre los clientes.
El empresario Lisandro Villaescusa, remarcó que “antes se veía que el efectivo de los clientes duraba hasta el 15 de cada mes y ahí recién comenzaban a recurrir a la tarjeta. Ahora, para el día 7, ya se observa una merma importante del flujo de efectivo. La gente ya no entra con el dinero y empieza a pagar con tarjeta, porque después de la primera semana luego de cobrar el sueldo, se realizan los pagos de la tarjeta, gastos, cuotas del auto, alquileres, servicios, y todo el efectivo se va diluyendo ahí. Cada vez dura menos el dinero”.
El porcentaje de venta con efectivo se achicó, la mayoría pasa por tarjeta de crédito y débito y por banco”, confirmó.
Destacó sobre las ventas que “el consumidor está cada vez más atento a las promociones y descuentos con las distintas tarjetas. El tema de los descuentos con tarjetas está muy asumido porque la gente está mucho más informada que antes, conocen bien los días de descuentos, cuáles entran en el programa ‘Ahora Misiones’ o cuál tiene promoción en determinada fecha”.
Por otra parte, manifestó que “a nivel país las ventas comerciales están sufriendo una gran baja, pero en la ciudad de Posadas se logró mantener la venta estable, en función de las promociones con tarjetas y la suba del dólar, lo que hace que la gente vaya menos a comprar a Paraguay”.
Alternativas en las panaderías
En cuanto a la venta dentro de las panaderías, continúan buscando estrategias para mantener el movimiento de los clientes.
El impacto del elevado incremento de la harina se contuvo gracias al programa “Ahora Pan”, impulsada por el Gobierno provincial. Sin embargo, los comercios del rubro siguen luchando para detener la caída en las ventas.
Al respecto, Carlos Manzur de la Panadería Tacuarí indicó: “Hay un parate total del consumo por eso es que buscamos diferentes alternativas ante esta crisis, para que la gente siga consumiendo pan, un poco más de lo que vienen comprando”.
Antes los clientes, en su mayoría, ingresaban a la panadería y la compra menor era de 200 pesos porque llevaban pan, facturas, bizcochitos, chipitas, y hoy entran al comercio y compran lo básico por 50 o 30 pesos. La forma de consumo ha cambiado mucho en poco tiempo”, agregó.
Por ello, decidió lanzar una tarjeta social, con la cual los clientes podrán acceder a descuentos del 50% en sus tres locales.
El motivo principal de la tarjeta, que fue lanzada días pasados, es la ayuda social ya que está dirigida “a personas de escasos recursos, comedores, y quienes hayan sufrido alguna catástrofe natural como incendios o inundaciones”, comentó Manzur y, al mismo tiempo, aclaró que los descuentos recaerán sobre la compra de pan, galleta, y torrada para mantener los niveles de venta.
Inflación de casi 50%
La consultora Ecolatina estimó que la inflación anual se ubicará entre 47% y 48%, tras la difusión de los datos oficiales por parte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que confirmaron una suba de precios en 12 meses del 40,5%.
En un escenario optimista, la suba de precios rondaría 3% mensual en el último bimestre del año, por lo que a pesar de la profundización de la recesión, la inflación tardaría en desacelerarse, acumulando 11% en el cuarto trimestre del año”, señaló la consultora.
Según el INDEC, el IPC Nacional trepó 6,5% en septiembre de 2018, que, para la consultora “fue consecuencia del impacto del salto del dólar a fines de agosto en los precios de los bienes”.
“Pese a la reciente apreciación del peso, el impacto del fenomenal salto cambiario de agosto seguirá impulsando –en menor medida- la inflación en el último trimestre del año”, advirtió el informe.