Como producto de la universidad pública, estoy convencido de que esta instancia de formación no decanta exclusivamente en un beneficio individual -como el acceso a mejores salarios o empleos-, sino que ineludiblemente tendrá un impacto positivo en la comunidad.
El desafío de garantizar que cada vez más misioneros puedan acceder a la educación superior va de la mano con las potencialidades y posibilidades de generar nuevos conocimientos pertinentes para nuestra región y formar profesionales que desde diversas disciplinas puedan intervenir social, cultural y económicamente, mejorando la calidad de vida de los habitantes de nuestra provincia.
Misiones: región universitaria
Los misioneros venimos transitando un camino que nos posiciona como una de las provincias con mayor porcentaje de universitarios de la región. Casi uno de cada cuatro estudiantes universitarios del Noreste Argentino (NEA), estudia en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), lo que da cuenta de que la provincia viene construyendo un perfil educativo que atrae no sólo a los misioneros sino a estudiantes de otras provincias de la región e incluso a extranjeros.
La Universidad Nacional de Misiones cuenta con aproximadamente 23.000 estudiantes, quienes cursan algunas de las casi 90 carreras disponibles para los niveles de pregrado, grado y posgrado en dicha casa de altos estudios. El 50% de ellos está estudiando en las tres facultades ubicadas en Posadas -Humanidades y Ciencias Sociales; Ciencias Económicas; y Exactas, Químicas y Naturales-, siguiéndole en proporción de alumnos las sedes de Oberá, Eldorado y Apóstoles, respectivamente.
Este crecimiento que ha tenido la educación superior en la provincia se ha hecho sentir con fuerza en Posadas, que ya cuenta con 30 mil alumnos que cursan algunas de las 190 carreras que integran la oferta educativa que las 5 universidades (1 pública y 4 privadas) y los 40 institutos terciarios brindan en la ciudad. Crecimiento que, tanto en lo que respecta a la matrícula total de la educación superior como a la cantidad de ingresantes, alcanzó casi un 50% entre 2016 y el presente año.
Juntos, superando obstáculos
Cada nuevo hallazgo científico, cada avance en materia de salud o cada innovación que desde la universidad surge para mejorar la calidad de vida de las personas, es el triunfo de la educación en general al mismo tiempo que un avance como sociedad.
En este sentido, hace apenas unos meses se conoció el trabajo de dos científicas del CONICET -uno de los organismos de investigación más prestigiosos del país- quienes a partir del uso de la yerba mate obtuvieron un producto que inhibiría el crecimiento de peligrosas bacterias como la Escherichia coli y el Estreptococo.
Cabe entonces preguntarse, ¿cómo podemos seguir incentivando a que nuestros profesionales puedan aplicar el conocimiento científico en nuestro medio, pudiendo no sólo potenciar el perfil productivo provincial sino también mejorando la vida de las personas?
Sin dudas, ampliar las posibilidades de acceso a una educación superior de calidad es un paso necesario, aunque por cierto no exento de obstáculos. Comenzar los estudios universitarios -aun con una oferta pública gratuita como la de la UNaM- conlleva diversos gastos mensuales difíciles, tanto para los estudiantes como para sus familias. Entre los más representativos están los alimentos, los materiales universitarios, el alojamiento, los servicios y el transporte urbano e interurbano.
No podemos perder de vista que muchos de estos estudiantes provienen de hogares con dificultades económicas y necesitan de una ayuda adicional para costear algunos de estos gastos. Con ese fin, los albergues universitarios que tiene la UNaM se vuelven imprescindibles y son utilizados por 700 estudiantes.
Otra de las medidas que incentiva el comienzo y continuidad en la cursada tanto universitaria como terciaria, es el Boleto Estudiantil Estatal Misionero (BEG), que entró en vigencia en marzo de 2017 y tiene como objetivo ser un estímulo, no sólo para la movilidad urbana sino para la interurbana; es decir, para quienes se trasladan de un municipio a otro. También merece destacarse la Tarjeta Joven que ofrece a los estudiantes universitarios y terciarios de Posadas la posibilidad de acceder a importantes descuentos en compras y servicios en distintos rubros.
Como toda etapa de la vida, la educación superior nos pone ante desafíos individuales y como comunidad. Superarlos en conjunto es el esfuerzo que como misioneros estamos llevando adelante y que debemos profundizar con la convicción de que apostar por la educación es abonar por una Misiones más próspera para todos.
Escribe: Adolfo Safrán,
Ministro de Hacienda de Misiones