El yoga integral, el tradicional, el que más se conoce, trabaja tres aspectos fundamentales del ser humano: el mental, el espiritual y el física. Busca unirlos. El yoga intenso es una disciplina que se aboca casi exclusivamente al aspecto físico con la intención de potenciar el rendimiento de quienes ya están acostumbrados a trabajar con su cuerpo. “El yoga intenso no es un estilo de yoga tradicional sino que es una mezcla de todo lo que conozco dentro de la escuela de yoga integral y de otros estilos que también practiqué”, señaló a #SALUD el profesor de yoga y zen Shiatsu, Leonardo Valentino. “Saco de cada estilo un ejercicio más intenso, un poco más fuerte de los que hacemos por lo general en yoga que son más relajantes, suaves y tranquilos. Mi intención dentro de la clase es exigir mucho más la parte física y respiratoria, no me acerco tanto a los otros aspectos”, destacó.
Al estar centrado exclusivamente en la parte física, una persona con estado físico, acostumbrada al entrenamiento, puede encontrar en este tipo de yoga una manera de potenciar el rendimiento dentro de su disciplina. “Las personas que tienen un trabajo físico previo le van a sacar mayor provecho. Van a poder profundizar más en la postura, tener una conciencia corporal diferente, entonces es posible que con ellos podamos hilar más fino”, indicó Leonardo. Si bien “puede participar otra persona que no tenga trabajo físico sin problema se va a encontrar con limitaciones comunes en la mayoría de las personas pero que, por ahí, no le va a permitir aprovechar una clase al máximo”, indicó. En ese caso “recomiendo una clase de yoga integral para empezar y después ir derivando a otros estilos más fuertes como Ashtanga o yoga intenso”, señaló.
Beneficios, varios
Los beneficios del yoga tradicional son varios: relajar la mente, el cuerpo, lograr control sobre los nervios y mucho más. En el yoga intenso están incluidos todos estos beneficios “sobre la columna, los huesos, las articulaciones. Una persona que tiene un trabajo físico previo puede, por ejemplo, relajar los músculos que estuvo entrenando y que la mayoría de las personas no los relajan; tener un mejor sueño, evitar las lesiones, mejorar la recuperación después de las lesiones, lograr un mayor rendimiento pulmonar, energético y si una persona se dedica a la competencia de alto rendimiento, el yoga es una herramienta de enfoque para lograr superar nervios, ansiedad, estrés, que son los componentes mentales que después llevan a la enfermedad y a las lesiones”, explicó Leonardo.
Si bien puede ayudar a bajar de peso, no es la principal función del yoga intenso. “Si una persona está buscando adelgazar exclusivamente o ganar fuerza exclusivamente, lo que recomiendo es que haga algo exclusivo para eso. El yoga es un trabajo más integral, es un trabajo que no solamente trabaja la fuerza sino también la flexibilidad no sólo física sino también mental”.
A las clases de yoga intenso pueden asistir jóvenes desde los 16 años “hasta los 100 años” porque “lo puede practicar cualquier persona, el yoga no tiene fin, pero una persona mayor va a encontrar otro tipo de limitaciones”, refirió el profesor. “El principal objetivo que tenemos al enseñar yoga es el desarrollo del enfoque, nuestra principal herramienta y la que menos usamos. El trabajo con el cuerpo es siempre absorvente, es un trabajo que nunca tiene fin y que siempre va a llamar la atención, entonces la persona que se conecta más con su cuerpo encuentra en el trabajo con el cuerpo una especie de herramienta para el desarrollo”, finalizó.