“Porque la muerte no es algo malo, ya que nos abre las puertas del paraíso”, fue una de las frases del padre Luis Alonso quien ofició de una de las misas que se celebraron durante la mañana del viernes en la entrada del cementerio La Piedad.
Desde las primeras horas del Día de los Muertos, los posadeños llegaron hasta la necrópolis para visitar a sus difuntos para brindar una muestra del respeto y cariño que permanece luego de la partida física de las personas.
“Hay poco movimiento de gente, esto hace unos años era una locura, no se podía transitar, ahora la gente de a poco está llegando para visitar a sus familiares”, comentó una de las vendedoras de flores que hace décadas es testigo de esta celebración popular, que permanece vigente.
“Es una fecha para recordar, visitar y rezar por las almas de nuestros seres queridos o conocidos que ya no están”, aseguró Teresa.
Fue así que las familias de a poco comenzaron a circular por el camposanto, en un paisaje de tumbas que fueron adornadas por las flores y velas, en una fecha importante del calendario popular y eclesial.