
Eran dos, llevaban cascos y con un arma asaltaron a una joven que atendía un negocio sobre la avenida Francisco de Haro. Se llevaron efectivo, cigarrillos y escaparon a bordo de una moto.
El hecho ocurrió el pasado sábado 27 de octubre pero recién ayer trascendió a la prensa. Micaela Glosniski (21), contó a PRIMERA EDICIÓN los minutos terribles que le tocaron vivir, sobre todo cuando uno de los ladrones cargó el arma y le apuntó directamente.
“Eran entre las 16 y las 16.10. Recién estaba haciendo el cambio de guardia, mi compañero hacía minutos que se había ido”, detalló la joven. “Yo estaba en la caja y vi a dos que llegaron caminando y entraron por el portón. Apenas pusieron un pie dentro del negocio, uno de ellos sacó un arma. Era tipo una 9 mm de color plata. Me apuntó y me dijo ‘quedate quieta. Danos todo lo que tenés o te matamos’”.
El ladrón se acercó, tiró hacia atrás la corredera y apuntó. Con el ruido del arma, la joven quedó petrificada. Sólo atinó a hacerle caso a las exigencias de sus victimarios. Micaela alcanzó a distinguir que el que empuñaba el arma era de piel blanca, y su casco era del tipo motocross, pero apenas llegó a verles los ojos. Difícil poder identificarlos, pero eran dos sujetos altos. Tenían acento lugareño y por la tonalidad de la voz ella entendió que eran jóvenes de entre 20 y 30 años. La ropa que usaban era muy prolija y hasta “linda” inclusive, detalló la empleada.
La joven se quedó con la vista hacia abajo, parada al lado de la caja. Mientras, el que no le apuntaba comenzó a revisar en busca de dinero. Momentos antes la chica había sacado gruesas de cigarrillos para acomodarlos en el estante. Quedaron servidos para las manos de los ladrones.
Se apoderaron aproximadamente de unos mil pesos que habían quedado del turno anterior. Le dijeron “no puede ser que no haya más”. Después agarraron los atados y paquetes sueltos de cigarrillos. Por último, el que la apuntaba le pidió el teléfono, a lo que la víctima respondió, “no, por favor, mi teléfono no”. “Dame el teléfono te dije”, le respondió el delincuente con voz amenazante. La joven le dio el aparato y los maleantes salieron presurosos. Micaela atinó a gritar en la ventana que está en el lateral del negocio. La que la escuchó fue una vecina, quien alcanzó a ver a los ladrones pasar frente a la vereda.
La parte más escalofriante fue cuando la joven vio que uno de los sujetos volvió sobre sus pasos para encarar de nuevo hacia el negocio. Atinó a encerrarse en el baño. Toda esa situación no duró más que unos segundos. Micaela entreabrió la puerta y vio que no había nadie en el local, por lo que salió. En eso vio a una persona que se dedica a la venta ambulante en la esquina de Francisco de Haro e Ituzaingó, corriendo hacia Bustamante. Supuestamente iba tras ellos, pero no los alcanzó.
Según pudo averiguar posteriormente la Policía, una de la cámaras de seguridad de los vecinos captó el momento de la fuga de los malandras. En las imágenes pudo apreciarse que en total eran tres los delincuentes.
Uno se había quedado metros más abajo arriba de una moto y “cuidando”, la que usaron sus cómplices para escapar. Esta era de color negra y de 110 cc. La joven quedó muy nerviosa, temblando y llorando. A medida que pasaban los minutos se fue dando cuenta de lo que había vivido.
Por lo que pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la Dirección de Investigaciones y Delitos Complejos de la Policía trabaja para determinar la identidad de los autores y proceder a su captura.
Lo llamativo del caso es que en un mes, esa zona de la ciudad volvió a ser golpeada por delincuentes.
Precisamente el 27 de septiembre, en horas de la noche, también dos sujetos armados habían asaltado a un comerciante en calle Suecia y Lavalle.