Nolberto (con l, aclara) Fleitas fundó, entre otras cosas, la Asociación de Trabajadores de Taxis (ATTI). Fue en el año 1970. Hace ya 48 años. Todavía tiene un taxi en el aeropuerto, aunque ya no lo maneja.
Cuando estuvo en condiciones de comprar su primer auto, con un crédito del Banco Nación, la parada principal de los taxis era el puerto de la ciudad. Era una zona donde los turistas se concentraban porque no existía el puente internacional, que recién se inauguró en 1985. Por entonces la única forma de cruzar a Brasil era la balsa, y la trabajaban muy bien, principalmente con el turismo, porque era el único medio de transporte ya que todavía no había colectivos ni remises.
Los taxis hacían todos los traslados, inclusive al aeropuerto, que Fleitas conoce desde sus inicios, desde que se comenzaron a colocar las bases. “La pista de ese aeropuerto se levantó a más de 40 metros de tierra –recuerda-, y lo hizo la empresa Techint.
Trabajaban con el turismo, todavía no existía Villa Alta, la Escuela 200 no estaba, esa parte era todo campo, con lo cual el trabajo con los vecinos era muy poco.
“Cuando vino AA2000 nos pidió un título en garantía y yo puse el título de mi casa para que nos habilitaran la concesión”. El terreno que tenemos se había perdido cuando yo dejé la presidencia, pero agarré de nuevo y lo conseguí nuevamente. Estaba Claudio (Álvarez) y el Negro (Velázquez) de diputados y mediante ellos lo recuperamos, inclusive lo sacaron como donación y nos dieron el título, recién ahí pude cambiar el título de ese terreno como garantía del contrato con AA2000.
“Acá –dice por el terreno donde todavía vive en la calle Guembé- era el matadero de Mayol, y no existía más nada. Éste fue el primer terreno que se loteó en la ciudad en la época de Reynoso.
“Junté materiales, compré hasta 19 mil ladrillos y, con tres paraguayos, se construyó la casa donde todavía vivo. Leo, uno de sus hijos, es el contador del Banco Nación en Posadas, y tiene otro hijo que trabaja en la misma institución bancaria, pero en Iguazú. 42 años lleva viviendo allí.
Un amigo muy famoso
Fleitas recuerda haber llevado a muchas personalidades en su taxi. Sin embargo, entre todas las figuras, se destaca Robert de Niro, protagonista “La Misión” el film de Hollywood que se rodó en los 80, acá en la región. “Venía siempre a comer “dorado” a casa. Lo traían del Sheraton directamente a mi casa”, cuenta Fleitas que además confió que durante dos meses y medio la producción de la película puso 20 coches a su disposición durante las 24 horas.
Fleitas recuerda que la prensa llegaba hasta Puerto Iguazú para tratar de captar alguna imagen de la filmación u obtener alguna fotografía. Había periodistas de Buenos Aires, Asunción, Sao Paulo, Rio de Janeiro, y otras ciudades del mundo, pero De Niro no le daba entrevistas a nadie. “Los fotógrafos se subían a los árboles para tratar de obtener una foto mientras se estaba filmando la película, pero De Niro amenazaba a la producción y decía que si alguien hablaba con ellos él abandonaba la película”. Sin embargo a ellos los trataba bien, compartían la misma comida, no había ninguna diferencia. A través de “La Misión” vino mucha gente de España, por ejemplo, a conocer Cataratas.
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Actividad desvirtuada
Hace 15 años que ya no se dedica más al taxi, y dice que la razón por la cual se retiró es porque la actividad ha sido vapuleada. “Antes el taxi era como la ‘copa’ se mira y no se toca, pero desde la intendencia de Timoteo Llera se legalizó lo ilegal… aparecieron los remises y ahí se terminó todo, porque el remis es un servicio diferencial, no es público como el colectivo o los taxis.
Los remises tienen que tener una oficina cerrada, no pueden estar en la calle”, sostiene; y con respecto a la aparición de Uber, Fleitas primero menciona que en Foz de Iguazú ya existe el servicio, pero que acá en Puerto Iguazú todavía no y que si llega a entrar se termina todo. Hoy hay mil y mil que es mucho para la cantidad de habitantes, eso sin contar los truchos. Nosotros estamos al día, pagamos todo lo que marca la ley, y no puede ser que la ley no sea pareja para todos.
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De Puerto Bemberg
Cuando Fleitas ingresó al gremio, estaba al frente “Polaco” Mendoza, el papá de Pedro Mendoza; y luego de éste, Silvero Villalba. En esa época la Asociación de Taxis ya existía pero no legalmente constituida sino hasta 1980, y continúa funcionando hasta hoy con personería jurídica, con domicilio en la calle “Guembé 69”, la dirección de su casa.
Nolberto Fleitas nació en el antiguo Puerto Bemberg en 1946, un 6 de junio. De allí trasladó a Puerto Península, donde posteriormente trabajó bajo las órdenes de Eduardo Reynoso. Hizo el servicio militar durante 1 año y 4 meses en el Grupo de Artillería de Paso de los Libres, Corrientes y su jefe allí fue Jorge Rafael Videla, quien después se convertiría en el primer presidente de facto de la última dictadura militar.
En Península trabajó durante seis años como secretario del teniente Reynoso. Hacía tareas administrativas. Después, estando ya Onganía en la presidencia de la República, se promulgó una Ley, llamada “de prescindibilidad” y no pudo volver a ocupar cargos en públicos, ni municipales, ni provinciales ni nacionales. Entonces sacó un crédito en el Banco Nación de un millón de pesos y con eso se pudo comprar su primer auto. Era un Fiat 1500 bordó, con el que comenzó a trabajar de taxista. El intendente Pedro Segovia y su secretario Arturo Schmedje fueron los que le firmaron la resolución de habilitación, que lleva el número 156.