El fallo, publicado este miércoles y acordado de forma unánime por los miembros del Consejo Especial del Tribunal de Justicia del Distrito Federal de Brasilia, anula la decisión del gobierno regional de 2015 de bautizar el puente con el nombre de Honestino Guimaraes, un dirigente estudiantil desaparecido en 1973, durante el régimen militar.
El tribunal devolvió al puente el nombre original del fallecido general Artur da Costa e Silva, quien presidió Brasil entre 1967 y 1969, en la época más dura de la dictadura que se extendió desde 1964 hasta 1985.
El veredicto generó protestas en sectores de izquierdas, que lo relacionaron con la elección como nuevo presidente de Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que defiende el período militar y hasta niega que haya sido una dictadura.
Sin embargo, según la sentencia, la decisión que en 2015 modificó el nombre del puente debía ser sometida a una consulta pública, pero ese trámite no se cumplió y por ello invalida la alteración, refirió la agencia de noticias EFE.
El viaducto es uno de los tres que cruzan el lago Paranoá y, pese a las polémicas generadas por su nombre, en la ciudad es conocido simplemente como “segundo puente”, pues está en medio de los otros dos.
El cambio de nombre se justificó en una decisión de la Comisión de la Verdad, que en 2014 presentó un informe sobre violaciones de los derechos humanos durante la dictadura y recomendó cambiar las denominaciones de calles y espacios públicos que homenajeaban a figuras del régimen militar.
El general Arthur da Costa e Silva fue presidente de la República entre 1967 y 1969, elegido de manera indirecta por el Parlamento, como candidato único. Fue quien firmó el Acto Institucional Nº 5 (AI-5), que suprimió los derechos civiles, dio poderes absolutos al régimen militar y cuyos efectos duraron más de diez años, marcando el período más difícil de la dictadura brasileña.
Honestino Guimarães fue presidente de la Unión Nacional de los Estudiantes y militante de la Acción Popular durante el régimen. Arrestado en 1973, a los 26 años, desapareció sin dejar rastro. En 2015, el gobierno le declaró amnistiado político y ordenó la rectificación de su certificado de defunción, para que conste como causa de la muerte “actos de violencia practicados por el Estado”.
El sobrino de Honestino, Mateus Guimarães, de 29 años, dijo entonces que el cambio de nombre es fundamental para la memoria colectiva de la sociedad sobre la importancia de luchar por democracia, igualdad y justicia social. “Es el primer paso de una serie de acciones para concienciar la población de lo que realmente representó la dictadura”, afirmó.
Honestino fue el símbolo de una generación que luchó “contra la dictadura, pero también por justicia social, igualdad, contra discriminaciones e intolerancias, y por el fin de la pobreza”, según Mateus. “Esa lucha está abierta y hay que darse cuenta de que es de todos”, añadió.
Honestino Guimarães
Nació en la ciudad de Itaberaí, en el estado de Goiás. A los 17 años, en 1965, Honestino obtuvo el primer lugar en el examen de ingreso a la Universidad de Brasilia. Por su actuación en el movimiento estudiantil, le persiguieron los órganos de represión política. Fue expulsado de la universidad en 1968 como castigo por haber liderado el movimiento que pedía la exoneración de un falso profesor de la Universidad, que en realidad era un informante de la dictadura. Aquel mismo año, se casó con Isaura Botelho.
Tras la firma del AI-5, Honestino pasó a vivir en la clandestinidad con Isaura, en São Paulo. El 10 de octubre de 1973, fue detenido en Río de Janeiro por agentes del Centro de Información de la Armada, donde probablemente fue asesinado. Su cuerpo nunca fue entregado a la familia.
Fuente: telam