En aquellos años no había otra salida que armar a todos los civiles por la lejanía de los lugares que se iban poblando y por la cantidad de delitos que se cometían y fue por eso que los gobernantes optaron por autorizar el uso de armas de fuego a los que lo solicitaban. Así y todo, hubo menos muertos de lo que se suponía, porque al estar armados la mayoría no cualquiera se jugaba a probar rapidez y puntería.
Pero lo expresado por la ministra Bullrich se refería a los casos previamente justificados y para que los dueños de casa puedan defenderse ante los delincuentes que, todos sabemos, no solamente asaltan sino que además asesinan sin ningún respeto por la vida de los perjudicados.
Seamos sensatos e inteligentes y analicemos, desde que comenzó la democracia han sido asesinados centenares –por no decir miles- de personas por delincuentes y si eso no significa algo, pues entonces sigamos viviendo el abuso de muertes producidas por quienes no quieren obedecer las leyes y además no quieren cubrir sus necesidades trabajando como lo hacemos todos los que sufrimos la inseguridad que se volvió un verdadero descontrol.
Nadie, en su sano juicio, apoya o festeja la muerte, pero tampoco quiere morir injustamente.
La sociedad argentina todavía no supo entender que el sistema democrático da lugar a muchos derechos, pero también a muchas obligaciones y ello implica que las autoridades deben tomar todas las precauciones y medidas que fueren necesarias para evitar un caos total, el cual terminaría en una masacre.
Lo mismo sucede con la reacción masiva que se produce cuando un agente de seguridad procede con su arma y que en algunos casos produce la muerte del delincuente. Es algo insólito e inadmisible que se lo critique y ataque cuando todos sabemos que es un servidor público para resguardar la seguridad de la gente.
Sólo un ejemplo se puede mencionar: ¿cómo actúa un agente de seguridad en EEUU o en Europa? Ni hablar en los países asiáticos donde imperan leyes durísimas y el orden es bastante aceptable.
Por eso, la seguridad es un tema muy serio y no debe darse una opinión sin conocer a fondo la problemática que de por sí no siempre encuentra la solución a los problemas que se suscitan.
Ernesto Doedderer
Posadas (Misiones)