Los funcionarios de Cambiemos repiten con frecuencia que Misiones recibe más coparticipación con este gobierno nacional que con el anterior. Pero la trampa está en que llega más dinero pero tiene menor valor. En síntesis: con la suma de dinero que llega ahora no se puede hacer la misma cantidad de obras o pagar la misma cantidad de sueldos que en 2015.
Es una clara consecuencia de la inflación y la devaluación. Los Estados manejan más dinero pero les alcanza para menos objetivos.
Esta situación puntual afecta solamente a Misiones y otras cinco provincias. En las 18 restantes, el dinero que reciben ahora por coparticipación alcanza para realizar más cosas que en 2015.
Los datos surgen de un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) donde presentan “la variación que tendría la coparticipación por habitante entre los años 2015 y 2018” y remarcan que “lo primero que surge es que 18 jurisdicciones recibirían más coparticipación por habitante y 6 jurisdicciones terminarían en una peor situación que 2015”.
Ahí se describe que “CABA sería la jurisdicción que más plata automática va a terminar recibiendo, con casi $12.700 más por habitante” en comparación con 2015. “Río Negro recibiría $25 más por habitante. Dentro de las 4 jurisdicciones más grandes, Córdoba sería la de menor crecimiento, con $1.295 más”.
Luego el informe continúa con la mala noticia para los misioneros: “Los habitantes de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Salta y Misiones, teniendo en cuenta el dato poblacional que proyecta el INDEC, recibirían durante este año 2018 una menor coparticipación real que en 2015. La primera jurisdicción sería la más perjudicada, con una pérdida de alrededor de $3.000 promedio para cada habitante”.
En el caso de Misiones, para el final del año se recibirán 162,8 pesos menos por habitante, en comparación con 2015, midiendo siempre la coparticipación real, no así nominal.
Más injusto
El informe realizado por Nadin Argañaraz, Ariel Barraud y Florencia Maldonado presenta otras dos observaciones pertinentes. Por un lado, la masa bruta coparticipable o el tamaño de la torta a repartir resulta más chica que entonces. Y por el otro, los aumentos de la coparticipación automática está más concentrada en la Ciudad de Buenos Aires (34%) y en la provincia de Buenos Aires (30%). El 64% corresponde a esos distritos, que aglutina al 46% de la población nacional.
En síntesis, el sistema de distribución de coparticipación actual es más injusto que hace tres años, porque se reparte menos dinero y se concentra la mayor parte en dos jurisdicciones.
Respecto de 2015, este año las provincias incrementarán su coparticipación en $114.727 millones en moneda constante. No obstante, el 80% de este crecimiento se encuentra concentrado en cinco provincias. A las dos mencionadas, se les suma Córdoba, Santa Fe y San Luis, que concentran el restante 16%. Las 19 provincias restantes explican apenas el 20% del incremento de los recursos por coparticipación.
En el caso de Misiones, del incremento de todos los recursos coparticipables le toca apenas el 0,9%. Eso explica que sea una de las pocas que contará con menos caja que hace tres años.
El incremento para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se explica por el decreto 194/2016 destinado a “solventar el traspaso de la Policía Federal al ámbito metropolitano” y por los cambios en la distribución de impuestos implementados en el Consenso Fiscal. En tanto que el aumento para Buenos Aires, que hasta 2016 presentaba caídas en moneda constante, se explica casi en su totalidad por el acuerdo firmado por el presidente Macri y las provincias a fines del año pasado.
Según el IARAF, 18 son las jurisdicciones que recibirían más coparticipación por habitante y 6 jurisdicciones terminarían en una peor situación que 2015, entre esas Misiones.