En el primer caso, un grupo integrado por unos 50 peones rurales se concentró en la intersección de las calles Junín y Sarmiento, frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en reclamo de asistencia, subsidio interzafra y otros beneficios como bolsas con mercadería.
Están encabezados por Sandra Vera y llegaron el pasado domingo provenientes de los municipios de Oberá, Campo Viera y zonas aledañas.
Por otra parte, en Eldorado, frente a la sede de la Anses, unos 50 tareferos cumplen hoy su décimo día de acampe en reclamo del pago de asignaciones familiares que fueron retenidas por esa institución nacional después de detectar una estafa que habría sido cometida por empresarios yerbateros de la región.
En la jornada de hoy se realizó una masiva movilización donde, además de los peones yerbateros, participaron integrantes de la Corriente Clasista y Combativa y del Polo Obrero.
Cristobal Maidana, dirigente y secretario general del sindicato de tareferos de Eldorado, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “al no tener diálogo, los compañeros de la CCC, Polo Obrero y referentes de varias localidades tareferas de la provincia se solidarizaron y acompañaron una masiva movilización. Estamos muy contentos por la marcha y el acompañamiento de la gente, es lo que nos da fuerza para seguir esta lucha que es muy honesta”.
“Acá somos unos 30 tareferos permanentemente frente a la Anses, es difícil estar acá, nosotros no trabajamos para ningún partido político, estamos tirados a la intemperie, dormimos en el suelo, nos tapamos con papeles, nadie nos ayuda. Pero toda nuestra vida vivimos así en los yerbales, esta gente (por la Anses) piensa que nosotros vamos a dar el brazo a torcer pero se equivocan. Nosotros nos iremos solo cuando tengamos novedades favorables para los damnificados”, desafió Maidana.
Relató que “temprano me acerqué al policía de la para pedirle audiencia con el director pero me dijo que entre solo para dialogar, pero no puedo entrar solo, tengo que ir acompañado por cuatro o cinco compañeros para que ellos escuchen, es el mandato de la asamblea, entonces no se dio el diálogo”.
Ante la llegada de otro fin de semana largo, reconoció que “es una pena porque tenemos compañeros con problemas de salud, artrosis, somos gente mayor y algunos tienen marca paso, es preocupante”, pero advirtió que “ellos dicen que van a quedar a las últimas consecuencias, la gente no se quiere ir”.
Por último dijo: “Yo los voy a acompañar hasta que esté el último luchador. Esto va para largo si es que ellos no nos devuelven o no tenemos una novedad contundente para los trabajadores”.