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La Cooperativa de Agua Potable y Otros Servicios Públicos de San Vicente cortó el suministro de vital líquido el viernes pasado para terminar de arreglar los desperfectos técnicos que causó el mal tiempo la semana anterior y recién comenzó a restablecer el servicio el domingo. Incluso hay sectores de la población que recién este lunes recibieron agua con presión.
Los problemas con la distribución se extienden desde hace prácticamente dos semanas en la Capital Nacional de la Madera: una tormenta eléctrica hizo estragos en las bombas y el sistema eléctrico de la estación de bombeo, lo que dejó muy mermado el servicio.
Este fin de semana largo, la cooperativa prestataria se tomó un tiempo para hacer las últimas reparaciones en las dos tomas de agua y a raíz de eso el suministro estuvo cortado por casi tres días.
El viernes por la mañana la Cooperativa sacó un comunicado de prensa avisando a la población que no iba a haber agua potable hasta nuevo aviso y recién a partir de las últimas horas del domingo se empezó a restablecer el servicio.
Incluso este lunes la presión del agua potable en muchos barrios no era la óptima y los cortes rotativos siguieron durante toda la jornada, ya que siempre cuesta retomar la distribución tras una interrupción tan larga, pues las cañerías quedan vacías y la demanda es mayor que la habitual y que la que puede afrontar la cooperativa.
El caso es que el corte tan prolongado afectó a la mayoría de los usuarios de la ciudad, ya que muchos quedaron sin agua en sus tanques de reserva, por más que hubieran tomado sus precauciones tras el aviso oficial de interrupción del servicio.
Costo millonario
Según los directivos de la cooperativa, se habían quemado tres bombas y dos tableros eléctricos de las dos tomas de agua durante la tormenta de hace quince días. Hasta ahora se estaba trabajando de forma precaria, hasta terminar las reparaciones.
La pérdida económica estimada desde la entidad rondaría el millón y medio de pesos, aproximadamente.
La cooperativa debe adquirir una bomba nueva para tener un repuesto, mientras se manda a reparar las otras. También quedó muy dañado el sistema eléctrico y el sistema de corte automático que encendía y apagaba la bomba en la toma.
Esa tarea quedó ahora sólo en forma manual, lo que implica que los operarios tienen que ir hasta las dos tomas de agua o la estación de rebombeo siempre que haya inconvenientes con la energía eléctrica.