Hace algunas semanas, Nicolás Wertheimer, fundador del Proyecto Agua Segura (una empresa social que acerca soluciones concretas ante la crisis del agua), estuvo inaugurando obras de protección de vertientes en Misiones. Y volverá este 28 de noviembre para concluir otras dos.
Con tan sólo 30 años, Wertheimer ya es responsable de haber facilitando el acceso al agua segura a aproximadamente 4.500 niños de la tierra roja, donde según contó “se dio el gusto de trabajar varias veces en los últimos cuatro años: visitó más de veinte comunidades donde puso en marcha diversos programas en escuelas, centros y casas de familias guaraníes que continúan al día de hoy”.
En una charla con PRIMERA EDICIÓN (actualmente se encuentra dando un taller en Costa Rica) el médico, quien acaba de cumplir 30 años se tomó el tiempo para contar sobre su proyecto, el cuál se está extendiendo en el mundo.
Sobre el trabajo realizado aquí explicó: “Hace poco estuvimos implementado filtros microbiológicos y talleres educativos sobre hábitos saludables y de higiene en escuelas rurales de Picada San Miguel, Bernardo de Irigoyen y San Pedro”.
“Ahora estamos trabajamos la protección de vertientes, que es una de las acciones más interesantes a la hora de cuidar el agua que obtenemos de fuentes naturales, por el enorme impacto que tiene en las comunidades”, dijo.
“También, junto a actores locales, como fundaciones y profesionales del INTA, construimos cuatro obras en Dos Arroyos, Itacaruaré, la Vertiente Radaelli. Estamos seguros de que vamos a volver, porque además de hacer un monitoreo y seguimiento de las implementaciones, siempre esperamos regresar a los lugares que nos llegan al corazón“, aseguró .
“Soluciones específicas”
Proyecto Agua Segura está en marcha desde 2015 y desde entonces ha logrado impactar en todas las regiones del país.
“Llegamos a 785 escuelas y centros y 1050 familias mejorando la calidad de vida a más de 68.000 niños, niñas y adolescentes de 21 provincias. Nuestro proyecto asume el desafío de trabajar en un país con población y territorio diverso, con distintas problemáticas vinculadas al agua, que van desde el agua sin tratamiento y dificultades de acceso, hasta la falta de información sobre temas relacionados a higiene y sanidad”, describió el joven galeno.
“Por eso diseñamos soluciones específicas para cada comunidad. Es decir, en algunas escuelas rurales sólo hace falta un filtro microbiológico que limpie el agua de virus, bacterias y parásitos, en otras comunidades es importante abordar la contaminación de arsénico. Hay regiones de nuestro país en las que el acceso al agua es realmente dificultoso por el clima seco y su lejanía de fuentes naturales“.
“No es el caso de Misiones en donde lo más importante es trabajar en la protección de esas fuentes orgánicas. En este sentido hemos pensado nuestras implementaciones, y al día de hoy estamos muy orgullosos y felices por los resultados que hemos alcanzados codo a codo con la comunidad”, explicó sobre la experiencia local.
Punto de partida
El impacto que produce Agua Segura es inmediato. Las personas que consumen agua no tratada, de alguna manera se acostumbran a vivir con distintos tipos de padecimientos que afectan seriamente su salud, especialmente a los menores de cinco años.
“Las diarreas por infecciones gastrointestinales son frecuentes y ocupan un porcentaje enorme de las camas en los hospitales pediátricos. Pero además, hay un impacto vinculado al desarrollo de la comunidad. Cuando accedemos de manera sencilla e inmediata a uno de los recursos más importantes para vivir de forma saludable, las oportunidades de crecimiento de una familia, de una escuela, de todo un pueblo se multiplican“.
“Por eso decimos que el agua se encuentra en el centro del desarrollo sostenible y que sea segura es el punto de partida para que un niño proyecte su vida y para que toda una comunidad progrese”.
“Pero además, aprendimos a jerarquizar el rol de la educación en nuestra tarea y la importancia radical del trabajo en equipo y en red. Nuestros talleres sobre el cuidado de manos y la higiene personal son centrales, ya que se transmiten de generación en generación. Y así multiplicamos su impacto”.
“Nuestra misión como empresa social es aportar a resolver una problemática de largo aliento, pero que necesita de acciones transformadoras que prefiguren el mundo en el que deberíamos vivir todos los seres humanos. Un mundo con agua disponible y segura, con personas que la cuiden responsablemente y la gestionen de manera tal que nos permitan aprovechar toda su riqueza. El agua como derecho, como recurso y como oportunidad para el crecimiento, necesita de un sistema colaborativo, responsable y eficiente que asuma los desafíos del mundo en el que soñamos vivir”.
Proyecciones
Con respecto a lo que espera en el futuro, Wertheimer aseguró que además de proyectar nuevas implementaciones en el país, “siempre hacemos un seguimiento en los territorios en los que ya trabajamos. Ahora estamos dando nuestros primeros pasos en Uruguay y Colombia. Creemos que es necesario abordar la crisis de agua con una mirada regional”.
El médico indicó que se siente parte de una generación emprendedora que “tiene el desafío de diseñar un futuro más humano, más sustentable, más igualitario. Me consta que somos muchos los que estamos trabajando en la misma clave. La tarea es encontrarnos, y hacer que nuestros sueños se hagan realidad”.
Garantizar la disponibilidad del agua
Sobre la crisis mundial del agua sostuvo que “el acceso al agua es un problema mundial: 2.100 millones de personas no tienen agua en su hogar y nuestro país no es la excepción: casi siete millones de personas, dos de cada diez habitantes, están en esa situación”. Es por eso que Proyecto Agua Segura es una empresa social que promueve los Objetivos para el Desarrollo Sostenible que la ONU trazó en la Agenda 2030.
“Nuestro emprendimiento se inscribe particularmente en el Objetivo N° 6: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, en un planeta en el que menos del 1% del agua disponible, es apta para consumo humano”.
“Detrás de todos esos números, como siempre, hay personas, familias, comunidades. Lo importante es comprender que todos somos parte de la solución y que es imposible resolver estas cuestiones si no trabajamos con un sistema integral que aborde la falta de acceso.”
“En nuestro país son fundamentales la educación, el trabajo en red, la innovación para encontrar nuevas soluciones y las obras para proteger nuestros recursos”.
“Este emprendimiento social es una pequeña muestra de que se pueden provocar grandes transformaciones si entendemos que el impacto de nuestros actos puede potenciarse si lo hacemos desde un paradigma colaborativo.”