
El sargento de la Policía provincial imputado por la muerte de Arnaldo Alejandro “Nano” Amarilla (33), hecho investigado como un presunto caso de “gatillo fácil” y que ocurrió durante la madrugada del 1 de julio en el complejo habitacional A 3-2 de esta capital, continuará detenido mientras finaliza la instrucción de la causa y se define su elevación a juicio oral y público.
La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores notificó a las partes esta semana del rechazo a la queja contra la prisión preventiva ordenada por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, que lo imputa al suboficial de 33 años como presunto autor del delito de “homicidio doblemente calificado por su calidad de funcionario público y por el uso de arma de fuego (artículo 80 del Código Penal)”.
Los camaristas José López y Jacobo Mass de la sala 2, votaron de manera negativa a la apelación presentada por el letrado defensor Feliciano Verón, entendiendo, entre otros fundamentos, que existe riesgo de entorpecimiento del proceso y peligro de fuga o de hostigamiento a testigos, con el acusado beneficiado con libertad condicionada o supeditada.
El delito que se investiga, el crimen de “Nano” Amarilla, se produjo a la 1.30 del domingo 1 de julio último en una vivienda de la manzana 18 del complejo habitacional A 3-2, sector Sur de Posadas.
En este lugar los efectivos de la seccional Décima (perteneciente a la Unidad Regional X) fueron requeridos en al menos dos oportunidades en razón de una reyerta entre vecinos que involucraba, presuntamente, a quien resultó víctima fatal.
Los dos policías que están imputados, uno de ellos oficial que ya fue liberado porque no habría efectuado disparos, arribaron tras la segunda llamada de los denunciantes y fue el sargento quien habría descendido del patrullero y abrió fuego contra Amarilla con una escopeta cuyos cartuchos contenía municiones de plomo y no postas de goma o plástico que habitualmente se utilizan para repeler situaciones hostiles.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN oportunamente, el sargento habría jalado el gatillo del arma larga sin contar con ningún tipo de orden para hacerlo.
Amarilla, que ya había purgado una condena por un homicidio cometido en septiembre 2003, fue hallado sin vida por un hermano varias horas después, alrededor de las 5, en el interior de su vivienda. Uno de los balines que le impactó en la espalda le lesiono la aorta.
El ataque se habría iniciado en la vereda, y Amarilla corrió y se arrastró hasta caer frente al baño del inmueble, en el que se encontraba solo.
En cuanto al oficial excarcelado, como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, sigue bajo la imputación provisoria de “encubrimiento agravado”, es decir, continúa sospechado con algún grado de participación en el homicidio pero con una acusación de menor gravedad.
Al respecto, el juez Ricardo Balor le impuso una serie de restricciones para seguir en libertad mientras el expediente se encamina a ser remitido para debate.