La vivienda, ubicada en una zona rural, sufrió daños luego de una explosión producida por el escape de gas de una garrafa de diez kilos.
Al arribar personal policial se percató del fuerte olor a gas y se constató que la garrafa estaba “abierta” y establecieron que permaneció de tal forma durante toda la noche.
Como consecuencia del siniestro, el propietario de la vivienda sufrió lesiones por lo que fue trasladado al Hospital local, presentando a simple vista enrojecimiento de la piel mayormente en espalda producto de una quemadura.
Se produjeron daños en el interior de la vivienda (en vidrios, cielorraso, puerta y muebles)