Durante el 2018 se puso particular atención a las prácticas de enseñanza que ocurren en el entorno áulico y la construcción-reconstrucción de métodos para favorecer los aprendizajes.
En ese contexto, las huertas escolares se posicionaron como recurso didáctico de excelencia para pensar en los proyectos institucionales escolares.
Ello quedó afirmado en el foro de niños y adolescentes sobre “Soberanía Alimentaria y Agroecología” donde los propios estudiantes presentaron sus trabajos y reafirmaron el interés por seguir aprendiendo desde las huertas.
La educación como práctica, transita un continuo proceso de revisión y apropiación de herramientas que permitan mejorar los aprendizajes de los educandos.
En ese camino, han perdido legitimidad los modelos pedagógicos que ubicaban al educador en el plano del saber y a los alumnos en un rol pasivo. Ejemplo concreto de ello ha sido la inclusión de la huerta como recurso didáctico entendida como campo de experimentación de todos los saberes científicos y ciencias sociales.
El Foro tuvo esa particularidad: poner en valor los usos de la huerta y los resultados obtenidos desde la perspectiva del aprendizaje.
Más allá de los resultados prácticos obtenidos, desde invernaderos, tipos de siembra, usos medicinales, potencialidad económica, etc; quedaron en evidencia los logros en la apropiación de los conocimientos por parte de los alumnos. Sumado a ello, la posibilidad de vincular las ciencias naturales, sociales, lengua, matemática, tecnología, entre otras asignaturas, a la construcción de un proyecto educativo integrador. Y allí otra de las reafirmaciones: abandonar el pensamiento que la reducía al espacio de producción de verduras para el comedor escolar (aunque también esa siga siendo una función primordial).
Otro de los puntos destacados del Foro fue visibilizar el cambio cultural que está ocurriendo en las escuelas y desde las escuelas: el de la alimentación saludable. Ya no se trata sólo de pensar en quioscos saludables, donde los alumnos puedan conseguir alimentos que favorezcan su crecimiento; sino también en que aprendan a alimentarse y ellos mismos transmitan esos conocimientos a sus familiares.
El encuentro logró la articulación de tareas del Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología, a través de la dirección de Escuelas con orientación Productiva; la secretaría de Agricultura Familiar, la Universidad Nacional de Misiones y otras instituciones que, de manera directa o indirecta, han hecho posible los logros obtenidos.
Por último, el Foro de niños y adolescentes sobre “Soberanía Alimentaria y Agroecología” ha dejado en claro los resultados favorables que se comienzan a tejer desde la política pública provincial de lograr instaurar la soberanía alimentaria en las nuevas generaciones.