Ramón Piñeiro es uno de los tatrabajadores rurales afectados por la situación y, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, indicó que “con los compañeros decidimos quedarnos acá hasta que nos paguen lo que nos deben.La Justicia dictaminó a nuestro favor hace diez años ya y llevamos todo este tiempo esperando, reclamando. No puede ser”.
Los trabajadores fueron recibidos por el titular de la delegación nacional, Silvio Contreras, quien no supo responder a las peticiones de los obreros.
“Nos dijo que no tiene conocimiento de nada. Que va a averiguar. Le dijimos que queremos que salga lo antes posible. Nos dijeron que en noviembre nos iban a pagar, pero ya está terminando el mes y nada”, agregó Carlos Rodriguez.
Por su lado, Rubén Domínguez, confirmó que se quedarán a la espera de una respuesta, “aunque tengamos que pasar Navidad o Año Nuevo nos vamos a quedar acá. Contamos con el apoyo de otras agrupaciones y sabemos que es la única manera de que nos devuelvan lo que es nuestro”.
Hace década que el Estado nacional les retiene el salario a trabajadores de la yerba mate en Misiones. Se estima que unos 45 tareferos de la Zona Centro fueron damnificados en el 2008. Hace un tiempo, la Justicia falló a favor de los obreros, pero hasta el momento no recibieron su dinero.
Movimiento
Por otra parte, aunque también en esta ciudad, se constituyó el Movimiento Tarefero Misionero debido a las dificultades que tiene el sector a la hora de percibir los sueldos complementarios, las tarjetas sociales y los subsidios interzafra, entre otros beneficios.
A partir de la firma de un acta compromiso se creó un frente integrado por tareferos; el defensor del Pueblo de Posadas, Alberto Penayo; de su par de Oberá, Patricia Nittmann; el delegado del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Ricardo Zacarías; y el subsecretario de Acción Cooperativa provincial, Miguel Ángel Peroni.
“Se fundó un movimiento de tareferos que les permitirá posicionarse como institución para lograr conseguir programas, herramientas”, dijo Zacarías.
“Recibimos a 10 representantes de unas 250 familias de tareferos, que no están nucleados y, por ende, tampoco están registrados en el sistema. No acceden a determinados beneficios, como cobro de salarios complementarios y tampoco tienen acceso a los que se bajan desde la Nación”, señaló la defensora obereña.
“Creemos que esto es una solución concreta a una problemática que se ha extendido a lo largo de mucho tiempo. Celebramos que los propios tareferos se representen, porque seguramente van a lograr mucho; sin embargo lo fundamental es que puedan llevar a sus familias el pan de cada día cuando no estén en época de tarea y dejarán de ser víctimas del sistema”, finalizó Penayo.