Es cierto que la primera cita genera incertidumbre. Es que en la mayoría de las ocasiones no sabemos muy bien con quién o con qué nos vamos a encontrar.
Puede pasar que conocemos a nuestra cita en alguna faceta en común con nuestra vida, pero aún no en el ámbito que nos proponemos. Mucho menos si la seleccionaste en las redes sociales.
Entonces, el desconocimiento de qué sucederá suele ser el detonante para la inseguridad en una primera cita. Por eso te proponemos una serie de sugerencias para que tomes las riendas de la situación.
Pero ¿qué significa tener el control? desde ponernos el vestido que nos gusta, sin pensar en lo que el otro espera. O, decidir dónde tener la cita, proponer los temas de conversación (ver tips), elegir el plato o tener la suficiente autoconfianza de decir cuándo una cita no está saliendo como esperabas y simplemente ponerle fin. Porque en definitiva ¿qué sentido tiene si no la disfrutás? Se trata de pasar un buen rato y ver si existe química.
Para la coach y terapeuta motivacional Natalia de las Nieves, colaboradora de la Revista SextoSentido es indispensable tener en claro: ¿qué buscamos? y ¿cómo quiero que sea la persona que aspiro para que sea mi pareja?
“Muchas veces la ilusión ciega de compartir con alguien nos lleva a relacionarnos con personas que no están dentro de nuestros ideales. Si no tengo claro qué características quiero encontrar es muy probable que me termine adaptando a valores e ideas de alguien, por el solo hecho de encajar para lograr el objetivo que es simplemente estar con alguien”.
Entonces, la profesional considera necesario escribir las características y valores que espero. “Con ello también nos predisponemos a elegir y reconocer qué sí y qué no. Antes de poner los sentimientos en juego y nos vuelvan vulnerables”.
Es importante reconocer también que las personas nos hacen de espejo, “por ende siempre voy a ver y encontrar la persona que estoy siendo dentro y nos solemos sentir más cómodos con aquellas características que nos son familiares, ya sean positivas o negativas, las reconozcamos o no”.
Pero ¿por qué es importante saber esto? “Cuando conocemos a alguien, al principio puede ser muy agradable pero siempre hay algo que nos puede molestar e incomodar y eso tendrá que ver más con el amor propio y la aceptación que tengamos hacia nosotros mismos que con los demás, puesto que el otro nos muestra quiénes somos”.
Citas a ciegas “son recomendables si tengo la intención de sorprenderme y aceptar, pero cuando tenemos objetivos y nos mezquinamos siempre podemos elegir y es bueno elegir, entonces intenta elegir lo que más se adapte a ti.
Para que luego cuando algo ocurra, te hagas responsable de tus elecciones”.
Hablar de viajes. Se suelen rememorar buenos momentos en los que uno fue feliz. Y eso hace sentir al interlocutor muy a gusto.
Expresión corporal. Indica lo que tu mente está pensando desde los sentimientos y el interés del otro en lo que decís.
Compartir un secreto. Un poco de información personal crea cierta complicidad y sentimientos de conexión.
Temas neutrales. Que puedan compartir y opinar. Por ejemplo; gustos musicales y pasatiempos.
Lo asegura la ciencia. Si los pies apuntan hacia tu dirección, significa que esa persona está intentando entrar en tu espacio. Es buena señal.
Por
Susana Breska Sisterna- Periodista
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