
Un caso de ribetes cinematográficos tuvo lugar ayer en el barrio Belén de Iguazú, donde un hombre de 33 años logró salvar su vida por milagro luego de quedar desvanecido tras ser agredido por dos delincuentes, quienes, no conformes con ello, lo ataron y le prendieron fuego a su vivienda.
La víctima logró zafar de sus ataduras y salir de la casa en llamas. Antes de ser hospitalizado, el protagonista de esta violenta secuencia le dijo a los policías que todo se trató del robo de su motocicleta. No obstante, para los investigadores el hecho guardaría todas las características de un ajuste de cuentas, señalaron fuentes del caso.
De acuerdo a los voceros, la pesadilla para el involucrado comenzó a las 5.30 de ayer, cuando llegaba a su domicilio, sobre calle Pancho Ramírez del mencionado barrio.
El hombre habría relatado a los pesquisas que a esa hora, tras haber concurrido a un pool de la zona, dejó estacionada su motocicleta Honda Titán 125 cc., modelo 2011, color gris, y caminó directo al acceso a su casa.
En esas circunstancias observó a dos desconocidos, quienes circulaban a bordo de una motocicleta de 110 cc. Los sujetos primero lo saludaron y luego se dirigieron hacia él. Entonces, y sin mediar palabras, lo redujeron y lo llevaron hasta dentro de su vivienda, donde lo ataron y comenzaron a propinarle golpes en el rostro hasta que perdió el conocimiento. Fue allí que el dueño de casa recobró el conocimiento y lo que vio es propio de una pesadilla: su domicilio se estaba incendiando y estaba atado.
Luego de varios intentos, la víctima forzó la cuerda que le sujetaba ambas manos y salió de la casa, en medio de una gran humareda. Una vez afuera, constató la sustracción de su motocicleta. Rápidamente fue a la casa de un vecino, donde pidió ayuda y avisó a la Policía de lo sucedido. A la escena acudió personal de la comisaría jurisdiccional (Segunda) y de Bomberos Voluntarios de Puerto Iguazú, quienes extinguieron el incendio.
La vivienda quedó destruida prácticamente en su totalidad.
El damnificado fue trasladado al hospital local, solicitándose personal de Criminalística y de la División Bomberos Puerto Esperanza para las pericias. El caso fue caratulado en forma preventiva como “homicidio en grado de tentativa y robo”. Los efectivos locales no descartan que se trate de un ajuste de cuentas, no obstante la investigación sigue su curso para dar con los autores del hecho y la moto robada.