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No era la noticia que esperaba: debía volver a hacer quimioterapia. Sin embargo, Micaela Belén Domínguez no sabía que dentro de la sala habría una oportunidad única: ese primer día se encontró con los voluntarios Maia Ayrault y José Aguirre, representantes de la Fundación “Donde quiero estar” en Misiones, que la invitaban a pintar. El dibujo que realizó ese día fue seleccionado, se expuso en la gala anual de la fundación y fue premiado. Esta es su historia.
Para contarla, PRIMERA EDICIÓN visitó a Micaela, de 18 años, en su casa del barrio San Lucas donde, acompañada de mamá Lucía y hermano Bruno, posó para las cámaras con su premio y contó todos los detalles de su primer viaje en avión, de su participación en la gala anual y su estadía en el Hotel Hilton de Buenos Aires. Todo gracias a su pintura y a la Fundación.
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Micaela lucha contra el cáncer desde que tiene quince años cuando la diagnosticaron con un méduloblastoma, un tumor cerebral. Se tardó en llegar a este diagnóstico: en enero de 2016, en plena epidemia de dengue, el primer diagnóstico ante un fuerte dolor de cabeza era la enfermedad trasmitida por el Aedes aegypti.
Cuando el estado de Micaela empeoró, estudios determinaron la existencia del tumor. Comenzó a atenderse con el doctor Ángel D’Anunnzio, le hicieron una intervención para deshacerse del tumor e inició rayos y quimioterapia. Fueron 47 sesiones de lo primero y seis meses de quimio.
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Después, los estudios dieron bien y todo parecía encaminarse hasta julio de este año cuando la enfermedad volvió. “Cuando me fui a hacer los estudios apareció algo y tuve que volver a hacer quimioterapia. Me dijo el doctor que por tres meses más… y estoy volviendo”, contó Micaela a PRIMERA EDICIÓN.
El primer día se encontró con Maia y José que estaban ahí, con otros voluntarios, ofreciendo reflexología y hojas, pinceles y colores para pintar. Micaela se sumó a la pintura. “Como estar ahí es medio aburrido, agarré y pinté. Ellos me ayudaban a mezclar algunos colores y yo pinté una palmerita y una playa. Así fui conociéndolos”, indicó. “Sueño donde quiero estar”, fue el nombre de la obra.
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El objetivo de la Fundación se cumplió porque Micaela recordó que “pintar me ayudó un montón. Estuve dos horas y no me di cuenta, pasó rápido. Entré a las 14 y eran casi las 17 y se me re pasó la hora, me distraje un montón”.
Esa pintura, en la que puso tanto empeño, comenzaba el camino para ser la seleccionada y representar a Misiones en la gala anual de la fundación que se realiza todos los 10 de noviembre en el Hotel Hilton.
“Fue el único dibujo que hice y me avisaron que había ganado un premio y tenía que ir a Buenos Aires”, recordó. Maia y José movieron cielo y tierra para hacerse con los pasajes de avión para Micaela y su mamá hasta que los consiguieron. El viaje estaba en marcha. “Ellos son muy buenos. En todo momento me trataron bien, estoy muy agradecida”, remarcó la joven en referencia a la pareja de voluntarios.
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El viaje a “Baires”
Micaela, acompañada de mamá Lucía, preparó las valijas y partió a “Baires”. “Fue una linda experiencia porque nunca viajé en avión y fui a un hotel bastante lindo”, dijo en referencia al Hilton. “Llegué el viernes 9 de noviembre y me fui a cenar con mi tía Juana Domínguez que vive en Buenos Aires. El sábado no pudimos salir mucho porque se había largado a llover. Como la habitación tenía hidromasajes, aprovechamos”, reconoció entre risas.
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Las sesiones de hidromasajes les ayudaron a relajarse para la gala del sábado de noche. Después de prepararse, bajaron a recibir el premio y el reconocimiento de la Fundación. “La gala fue muy linda, había muchos pacientes y cuadros hermosos. Fue muy cómodo estar en ese lugar con tantas personas que me entienden, que están pasando por lo mismo que yo”, señaló.
El domingo había que volver, fueron a almorzar a la casa de la tía Juana, a recorrer un poco y de regreso a Misiones. “Visité Puerto Madero que no conocía. Estoy agradecida porque me dieron la oportunidad de conocer otros lugares”, aseguró. Para todo lo que falta tiene la promesa de su tía que dijo que la llevará a Buenos Aires este enero y harán juntas algo de turismo.
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Qué sigue para Micaela
Con 18 años, Mica terminó este año la secundaria en el CEP 4 de esta ciudad. Su diagnóstico nunca afectó su trayecto académico, también gracias a los profes que eran flexibles con ella para la entrega de trabajos prácticos y evaluaciones. Este viernes fue el acto de colación. “Mi intención es seguir estudiando. Tengo pensado medicina”, reconoció a este Diario.
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Por estas horas, Mica quiere esperar a ver cómo salen los estudios después de la última sesión de quimioterapia que le queda y ahí definirá dónde va a estudiar: estuvo averiguando la Universidad de Buenos Aires (UBA) o, si debe quedarse en la provincia, la Universidad Católica de las Misiones (UCAMI). Las inscripciones en ambas instituciones comenzarán en 2019 por lo que hay tiempo para definir el destino. “Estoy viendo cómo sale todo”, dijo en referencia a sus tratamientos y, si bien va con cautela piensa en la posibilidad de especializarse en oncología. “Pero primero vamos por parte”, afirmó.
La Fundación “Donde quiero estar” llegó a Misiones para quedarse. Permite a pacientes en quimio pintar o gozar de una sesión de reflexología. Mica fue uno de los beneficiados. “Ese día pinté porque había mucha gente. Cuando estoy sola no encuentro la inspiración”, dijo la joven. El dibujo premiado no volvió a Misiones: adorna una de las paredes de la casa de su tía Juana en Buenos Aires.
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