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Las causas pueden ser la fricción, cuando la piel es restregada repetitivamente con otra superficie que puede ser el tejido de la ropa o cualquier otro material. Estas lesiones, aunque pueden ser dolorosas, desaparecen en pocos días con tan sólo cubrirlas con un apósito antiséptico e interrumpir la exposición al causante de la fricción.
Las alergias pueden ser otra causa, como la exposición de algunos fármacos o preparados que se expongan sobre la piel como una crema y se manifiesta por una reacción virulenta poco después de la aplicación del compuesto facilitando su identificación. Algunos agentes infecciosos como virus y bacterias pueden producir estas lesiones sobre la piel o algunas enfermedades autoinmunes que se caracterizan por producir ampollas sobre la piel y se diferencian de las patologías anteriores en el transcurso de remisión.
Remedios caseros para las ampollas
Los remedios caseros para las ampollas, pueden ser una buena opción y es que además de económicos, los podremos encontrar inmediatamente. Uno de ellos es el ajo sobre la ampolla: deberemos conseguir 3 dientes de ajo y una vez que están pelados y limpios; los pasaremos sobre la ampolla, ya sea frotándolos o dejándolos en esa zona. También podremos colocarlos en una tela y dejarlos sobre la ampolla, esto dependerá de que tan fuerte sea el malestar que se tenga. Esto debe hacerse por un lapso de 5 a 15 minutos diariamente hasta quitar la ampolla. Está comprobado que los componente del aceite de lavanda pueden ayudar a reducir el tamaño de la ampolla y también quitarla. Deberemos derramar un poco de aceite sobre un paño para luego colocarlo en la ampolla. En caso de que nuestra ampolla se reventara, la infección se podrá expandir por lo que es necesario colocar gel antibacterial, además que hará que ya no vuelva a salir una ampolla. Este gel es mejor que el alcohol en líquido, debido a que sus componentes son más fuertes y el ardor podría ser muy fuerte. Cuando estés en tu casa dejá los pies al descubierto, esto hace que a las ampollas les toque el aire y se sequen y sanen más pronto. Otra opción es mezclar agua tibia con bastante sal en un cuenco y deja tus pies dentro reposando. Ayudará a que las ampollas se sequen.
Fuente: mundoasistencial.com