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La seguidilla de hechos violentos lo ubican como uno de los barrios más conflictivos de esta ciudad. Diez días atrás, un hombre de 30 años recibió un ladrillazo en la cabeza que lo dejó en estado de coma. Anteayer, un joven de 28 años recibió tres balazos y salvó su vida de milagro. Y para no ser menos, el lunes también hubo otro herido por un disparo.
Por sus estrechas calles apenas queda espacio para que circule un vehículo por vez. Cuando entra la Policía, lo debe hacer con el cuerpo de Infantería.
En uno de los pasillos que conectan con la avenida San Martín, un grafitti reza “aguante la droga”. Al lado, el símbolo tumbero de los cinco puntos, el cual se explica de la siguiente forma: cuatro delincuentes rodeando a un policía. Un lugar de casas humildes, de gente trabajadora, pero donde la droga es el principal disparador de conflictos.
En este caso en particular los actores son personas que se conocían de antes y al parecer tenían una rivalidad. El supuesto damnificado por un robo no tuvo mejor forma que echar la culpa a sus “enemigos”, “en vez de hallar a los verdaderos responsables”, según relató un familiar.
El agresor se refugió en una vivienda y de no haber sido por la intervención de la fuerza de seguridad, los amigos de la víctima habrían prendido fuego el lugar.
Alrededor de las 22 del último martes, un joven de nombre Claudio había salido de su casa ubicada en la calle El Trabajador, a hacer una compra. Sin mediar palabras un sujeto de no más de 25 años apodado “Marrón”, le descerrajó tres tiros a quemarropa. El herido fue auxiliado por los vecinos que llamaron al 911 para pedir ayuda. Mientras pasaban los minutos el joven se desangraba, por lo que lo subieron a una camioneta particular y lo llevaron al hospital. Es que, muchas veces, las ambulancias tampoco entran.
PRIMERA EDICIÓN pudo hablar con Antonia, la madre del joven al que “quemaron” de tres balazos. Relató que “todo comenzó hace tres días, cuando un vecino andaba preguntando quiénes eran los que le habían robado elementos de su vivienda. Horas después, mi sobrino se fue hacia abajo por calle El Trabajador y cuando caminaba por el pasillo de calle Armonía le vaciaron el cargador de un revólver. Afortunadamente solo quedó herido en un muslo”, contó.
El joven de 22 años fue atendido en un nosocomio y dado de alta. Pero la historia de balaceras tenía un segundo capítulo. Al día siguiente, el hijo de la entrevistada salió de su casa, hizo el mismo recorrido que su primo y sufrió la misma suerte.
“Ya era de noche y mi hijo se fue hacia abajo con intenciones de comprar unas ojotas. Le salió el mismo tipo y le pegó tres tiros. Le dio en el hombro derecho, en el pecho y en el muslo izquierdo”, relató la madre angustiada.
“Sé que los problemas comenzaron con mi sobrino. Allá abajo no lo pueden ni ver, no puede pasar ni siquiera para ir a tomar el colectivo porque lo corren con armas”, subrayó.
“Después que le tiraron a mi hijo y cuando ya estábamos en el hospital, los de abajo vinieron hacia mi casa con armas tumberas y desde acá hubo gente que los tuvo que correr a pedradas”, contó Antonia. Claudio fue dado de alta, dado que las heridas no revestían gravedad. Sin embargo quedó con un brazo inmovilizado y sin sensibilidad.
“Como siempre, este barrio es muy complicado y el principal problema es la droga. Vemos que le venden a criaturas, a chicos con uniformes. Traen cosas robadas, televisores, motos, hasta gatos y perros, para ofrecer a cambio de esa porquería que venden acá”, se quejó la progenitora.
“Tampoco uno se puede meter mucho porque son capaces de hacerte cualquier cosa. No es la primera vez, son unos primos que hacen desastres acá, pero la gente se tiene que callar la boca porque andan con armas. Ojalá que los detengan”, exigió Antonia.
La mujer indicó que su hijo fue recetado con calmantes y estaba un poco mejor luego de que lo balearan. El joven vive de changas, realiza cortes de césped y trabajos de albañilería. El disparo que tiene en el hombro podría llegar a dificultarle el volver de forma normal al trabajo.
Efectivos de la seccional Decimosexta se acercaron a la vivienda y le tomaron la denuncia al damnificado. La familia no descarta presentar una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción 6 por el hecho.