
“Dumbo” (21) recuperó la libertad apenas horas antes, tras terminar preso por un robo. Si hubiese sabido lo que le esperaba en su propia cuadra, quizás hubiere optado por permanecer tras las rejas. Es que su propio cuñado, con el que aparentemente mantenía una discusión de vieja data, lo mató de un puntazo en el corazón prácticamente frente a su familia.
El sangriento episodio tuvo lugar ayer en la chacra 145, hacia el oeste posadeño. Orlando Matías Acosta (21), al que todos en el barrio conocían como “Dumbo”, fue la víctima fatal. Murió desangrado en la misma zanja donde cayó luego de intentar correr para salvarse del ataque de la pareja de su hermana.
Su cuñado, apodado “Gordo” (36) y con antecedentes penales, resolvió entregarse horas más tarde. En su casa, frente a lo de “Dumbo”, las autoridades encontraron el cuchillo con el que le habría quitado la vida al joven.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el drama familiar se desató alrededor de las 23.50 sobre calle Las Uvas casi Martín Fierro, en el también denominado barrio Itá Verá, a escasos metros del arroyo Mártires.
En base a la reconstrucción que hasta el momento pudieron realizar efectivos de la Dirección de Homicidios y de la comisaría Decimotercera, “Dumbo” regresaba a su casa cuando se cruzó con “Gordo”, su cuñado, y un segundo hombre que se transformó en testigo clave.
La relación entre los cuñados no era la mejor. “Lo venía amenazando desde hace varios días”, contó Juana Esther Olivera (45), madre de la víctima fatal, a PRIMERA EDICIÓN, aún sin poder creer lo sucedido. “Lo ‘mangueó’ cuando venía pasando y salió hacia él. Primero le dio unos ‘sopapos’ y después sacó un cuchillo que tenía en la cintura y le hincó”, sintetizó la mujer.
En efecto, el acero se clavó bajo el sector izquierdo del pecho de Acosta, quien corrió alrededor de diez metros pero no pudo evitar ser alcanzado por su cuñado. “Después lo tiró adentro de la zanja, ahí, donde están arreglando la calle. Mi otro hijo, de 17 años, fue a socorrerle, pero no pudo hacer más nada”, se lamentó Juana.
Alertados por el hecho, los investigadores montaron un operativo de rastrillaje en busca de “Gordo”, quien se esfumó del barrio tras el crimen. La presión ejercida por los uniformados arrojó resultados alrededor de las 5.30 de ayer, cuando el presunto autor se entregó voluntariamente en la guardia de la dependencia jurisdiccional.
Bajo órdenes del magistrado Ricardo Walter Balor, titular del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas y al frente de la investigación, horas más tarde se realizó un allanamiento en la vivienda del acusado, emplazada a pocos metros de la de la víctima. Allí se cerró el círculo, tras el hallazgo del presunto arma homicida.
El deceso de “Dumbo” se produjo apenas doce horas después de salir de la comisaría. Cerca de las 10 del último miércoles, el joven había sido detenido por efectivos de la Séptima, que lo buscaban desde el viernes 23 de noviembre por entrar a robar a una casa de la chacra 252. Tras los trámites de rigor, fue notificado sobre la causa y recuperó la libertad durante el mediodía del último jueves. Esa misma noche, la muerte lo esperaba en el barrio. En su cuadra. Y en manos de su propio cuñado.