
Alrededor de 130 familias están más que preocupadas porque deberán pasar las fiestas de fin de año sin actividad laboral. Los propietarios de la fábrica Henter de Montecarlo anunciaron que suspenderá, por 15 días, las actividades de todos los empleados por falta de demanda y las bajas en las ventas.
Esto generó la inmediata reacción de los trabajadores, quienes convocaron a una reunión e invitaron a sus representantes gremiales. Según les comunicaron a los empleados, la suspensión comenzará el mismo 24 de este mes.
En una comunicación con el secretario del Sindicato Obrero de la Industria de la Madera (SOIME), Domingo Paiva comentó a PRIMERA EDICIÓN que “ellos ya contaban con reducción horaria y ahora, encima, van a parar la producción. Es una situación angustiante, que se agiganta porque la fábrica presentó el pedido de quiebra y ya cambió la razón social para seguir funcionando”.
Los empresarios confiaron a los trabajadores y al dirigente gremial que el problema se radica en que no hay producción por falta de demanda. La histórica fábrica de terciados y fenólicos comenzó a desmoronarse hace dos años atrás, cuando la producción cayó por la falta de ventas, con acumulación de stock en los galpones. Esto llevó a reducciones de jornadas laborales, con la consecuente merma en los ingresos de los trabajadores.
La agonía de los obreros se prolongó hasta el segundo semestre del año pasado cuando repuntó la producción y fue un alivio. Sin embargo, duró poco, ya que otra vez volvieron a vivir con incertidumbre.
Paiva reveló que “el mercado del terciado bajó mucho, no hay pedidos”. “La empresa planteó una suspensión de dos semanas, que serían justo entre las fiestas de fin de año. Por ese motivo, tuvimos una reunión con los obreros, quienes están cobrando de manera semanal, pero la situación otra vez es caótica, no sólo para los trabajadores sino también para los empresarios”, agregó.
Remarcó que “la falta de mercado interno en el rubro de terciados es preocupante. Es una industria que está en caída libre. Hay otras ramas forestales que siguen funcionando bien, pero no es este caso”. Según el sindicalista, la empresa también podría fabricar fenólicos pero, por el momento, “no lo están haciendo”, afirmó.
Cabe recordar que, en años anteriores, la Nación aportó un subsidio a los trabajadores por un año. Sin embargo, se cortó y no se prorrogó otra asistencia del Gobierno nacional. La Provincia, en cambio, asistió a los obreros en unas tres oportunidades y también el Municipio colaboró con las familias.
El gremialista espera reunirse con el Ejecutivo local para trasladar la problemática y buscar soluciones. “Una de las principales deudas que tiene la firma es con la Cooperativa Eléctrica, que a pesar de las gestiones, todavía no se pudo solucionar”, comentó Paiva.
En su mejor época, Henter llegó a contar con una planta personal de 170, pero en el 2016 empezaron los conflictos, despidos y salidas voluntarias de algunos obreros para llegar a la cantidad actual.
“Es una lástima que esta empresa no tenga pedidos ni ventas, ya que de funcionar a tope habría unos 60 millones de pesos que se derramaría en la economía regional”, cerró Paiva.
Ventas canceladas
“Tuvimos que pedir la quiebra, porque no podíamos seguir así. Continuar trabajando con pérdidas cuando uno se descapitalizó es jugar con el capital de proveedores y empleados”, aseguró el propietario de la fábrica, Luis Henn en diálogo con FM Horizonte de esa ciudad.
Precisó que una solución rápida para el personal fue alquilar la planta y mantener a los trabajadores. “La situación económica es imposible de sostener, hay ventas que se cayeron”, detalló el empresario.
Confirmó que están adeudando quincenas desde el mes pasado, pero “el personal comprende la situación complicada que estamos viviendo, tenemos previsto poder cumplir con algún pago aunque se torna muy difícil ya que tampoco podemos cobrar a los deudores”, concluyó.